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Mié. Abr 24th, 2024

Juan Antonio QuiñonesEl día que Pierce Brosnan salió de Cádiz para no volver dejó un profundo vacío en el corazón de Teófila Martínez. Esa oportunidad que dejó pasar cuando los promotores de la película le propusieron que interpretara un papel sin identificar y que al principio se tomó a guasa pudo ser la semilla de lo que luego secedería. Lejos de aceptar el papel de figurante con o sin frase, qué mejor manera de quitarse la espinita cinematográfica que convertirse en una auténtica M, no en la ficción como Judi Dench, sino en la vida real.

No hacía falta ningún Kichi para saber que Cádiz Conecta no era lo que parecía, o lo que nos decían que era. Una empresa que se crea para gestionar de manera opaca la burbuja propagandística que el Ayuntamiento estaba inflando y que ya no había alfombra que ocultara disfrazada de lucha contra el analfabetismo digital y promotora de nuevas tecnologías. Y como suele ocurrir con las empresas que dicen ser una cosa para ser otra, en ellas cabe cualquier cosa que al gerente se le ocura, por muy descabellada que parezca.

Qué mejor lugar entonces para alojar el ultrasecreto «MI-sais», versión gaditana de la reconocida agencia de inteligencia británica. El kit espía que ha salido a la luz en las últimas facturas aireadas por el Equipo de Gobierno se une a la polémica que en su día planteó el proyecto Cádiz, smart city que pretendía instalar 30 cámaras de videovigilancia en la ciudad.

Quién sabe si en algún servidor recóndito se almacena el tráfico de datos de la red wifi que gentilmente puso en servicio el Ayuntamiento. Cuántos erasmus habrán visto violada su correspondencia digital, su español chapurreado, sus amores fugaces en el afán decadente de perseguir fantasmas. No debería extrañarnos que en la próxima remesa informativa de facturas exóticas descubramos que se aprovecharon las obras del Castillo de San Sebastián para colocar en el caletero faro el mismísimo ojo de Sauron, que la manía persecutoria es propensa a los delirios megalómanos.

Puede que el incesante goteo de información nos esté haciendo perder la perspectiva del asunto y que todo esto forme parte de un secreto plan de empleo para el morsegón gaditano, por lo que a cambio de una pérdida de nuestra mundana intimidad estaríamos contribuyendo a generar más empleo y riqueza que la Red de Ciudades Milenarias y la nonata Plataforma Logística juntas. Por si acaso, guarden el decoro ante alguien con gafas.

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