26 jóvenes acceden al grado universitario deseado en la UCA gracias al cupo de exclusión social, una medida pionera en España que reserva un 1% adicional de plazas para alumnado en situación de vulnerabilidad.

Un total de 26 jóvenes en situación de vulnerabilidad han accedido este curso 2025/2026 al grado universitario de su elección en la Universidad de Cádiz (UCA) gracias al cupo de exclusión social, una medida impulsada por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación que reserva un 1% adicional de plazas para garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior.
Andalucía se mantiene como la única comunidad autónoma que aplica este sistema, en vigor desde el curso 2023/2024 y pionero en el sistema universitario español. El objetivo es asegurar que jóvenes con dificultades económicas o sociales puedan iniciar estudios universitarios sin que su situación de partida suponga un obstáculo en el proceso de admisión.
Los datos de la Consejería muestran que estos 26 estudiantes han elegido un total de 18 carreras distintas. Las áreas con mayor presencia son las Ingenierías, con siete matriculaciones, y las titulaciones sanitarias, con seis. Entre los grados técnicos destacan Ingeniería Aeroespacial, Electrónica Industrial, Química e Informática —siendo esta última la de mayor demanda con dos alumnos—, mientras que en el ámbito sanitario se han registrado cuatro matriculaciones en Enfermería y dos en Medicina.
Las titulaciones en Educación Infantil y Educación Primaria han concentrado cinco admitidos. El resto de estudiantes se distribuye en estudios como Publicidad y Relaciones Públicas, Trabajo Social, Biotecnología, Matemáticas, Criminología o Derecho, todos con un alumno cada uno. En cuanto a la distribución por género, 14 de los 26 alumnos son mujeres, lo que supone el 53,85% del total, frente a 12 hombres.
Además del alumnado asignado al cupo específico, la Consejería informa de que otros 68 estudiantes en situación vulnerable accedieron a la UCA por el cupo general sin necesidad de recurrir a la reserva del 1%. Se trata de jóvenes que inicialmente entraron en la fase específica, pero que finalmente obtuvieron plaza por la vía ordinaria debido a la evolución de las notas de corte, permitiendo así que el cupo reservado pudiera beneficiar a otras personas con calificaciones más bajas.
La aplicación del cupo se amplió el pasado curso para incluir a jóvenes extutelados del sistema de protección de Andalucía, una medida que facilita el acceso universitario a quienes cumplen la mayoría de edad en centros de protección o en familias de acogida. Este curso también se ha extendido a los campus de Ceuta y Melilla.
El procedimiento establece que los solicitantes deben acreditar su situación social o económica —como ser receptores de la Renta Mínima de Inserción Social en Andalucía o del Ingreso Mínimo Vital— en el momento de realizar la preinscripción universitaria. Todos los aspirantes compiten inicialmente en igualdad de condiciones en el cupo general y únicamente pasan al cupo del 1% si no logran acceder por nota a la carrera elegida.
La reserva específico forma parte de un paquete más amplio de medidas de apoyo al estudiantado impulsado por la Junta de Andalucía para asegurar la continuidad en los estudios universitarios. Entre ellas se incluye la congelación de los precios públicos de matrícula, la reducción de tasas en los másteres habilitantes, la bonificación del 99% de los créditos aprobados en primera matrícula, opciones de pago fraccionado y la exención de tasas para familias perceptoras del Ingreso Mínimo Vital y de la Renta Mínima de Inserción Social.
Según la Consejería, estas políticas buscan evitar que motivos económicos conduzcan al abandono educativo y garantizar que los jóvenes puedan completar su formación superior con independencia de su situación familiar o de renta.
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