Culpar al árbitro del resultado del partido en Anduva es ser muy condescendiente con el Cádiz. No entendieron los jugadores la rigurosidad del colegiado ni Cervera estuvo a la altura con los cambios.
Muy pronto se le puso el partido de cara al Cádiz con el gol de Ortuño a los 8 minutos. Siguió el equipo cadista el guión que viene aplicando desde su regreso al fútbol profesional, dejar que el equipo contrario lleve el peso del partido y olvidarse de la pelota, golpeando con jugadas rápidas y contragolpes que en un visto y no visto colocaban a los amarillos en la portería contrario. Y funcionó. Eso unido al recital de fútbol de salón que desplegó Salvi, golazo incluido, amedrentó a los burgaleses que no sabían muy bien como evitar el peligro en su área.
Pero empezaron a llegar las equivocaciones que luego se lamentarían, todas con As Reig como protagonista. A la media hora Aridane se gana una amarilla por protestar por segunda jornada consecutiva, lo que condiciona el juego del último defensor. La expulsión de Santamaría es rigurosísima, con una primera amarilla por salir del terreno para beber agua en la celebración del segundo gol cadista y la segunda al cometer una falta intrascendente en campo contrario.
Al descanso Cervera con buen criterio no realizó cambios pese a la inferioridad numérica, obligando a Terrazas a sacar la artillería que tenía en el banquillo para intentar la remontada. A los seis minutos As Reig vuelve a ser protagonista al señalar penalti en una acción de las que ocurren miles en cada partido y Eguaras no pierde la oportunidad de acortar distancias. Casi inmediatamente Maikel iguala el encuentro y pone las cosas difíciles para los amarillos.
En este momento Cervera quita a Álvaro y Salvi por Sankaré y Abdoullah, un movimiento conservador cuando poco quedaba por conservar. Simplemente incomprensible. El tercero de los burgaleses cae con un jarro de agua fría sobre los visitantes, que fueron incapaces de llegar a la portería rival en casi toda la segunda parte. Con el marcador en contra Cervera incorporó al equipo a Rubén Cruz para buscar el empate, pero las bandas no funcionaban sin Salvi ni Álvaro.
Primera lección que recibe el conjunto cadista desde su regreso al fútbol profesional. Una lección de la que debe aprender todo el plantel si no se quiere sufrir a final de temporada.
Ficha técnica
Club Deportivo Mirandés: Sergio Pérez; Kijera, Fran Cruz, Carlos Moreno; Maikel (Aurtenetxe 73’), Eguaras, Néstor (Sangalli 46’), Javi Hervás (Bustos 46’); Guarrotxena, Pedro y Fofo.
Cádiz Club de Fútbol: Cifuentes; Servando, Aridane, Juanjo, Brian; Garrido, Mantecón (Rubén Cruz 73’), Álvaro (Sankaré 60’), Salvi (Abdullah 60’); Ortuño y Gorka Santamaría.
Goles: 0-1 Ortuño (8’), 0-2 Salvi (33’), 1-2 Eguaras, de penalti (52’), 2-2 Maikel (55’) y 3-2 Guarrotxena (66’).
Árbitro: Ais Reig (colegio valenciano). Expulsó con doble amarilla a Santamaría (33’ y 36’) y amonestó con cartulina amarilla a Aridane (30’), Mantecón (36’), Javi Hervás (39’), Álvaro (45’), Garrido (51’), Güiza, en el banquillo (62’) y Sankaré (68’)
Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de La Liga 1|2|3 disputado en el Estadio Anduva de Miranda de Ebro ante 3.059 espectadores.