Los concejales socialistas, José Pacheco y María José Rodríguez, se reunieron ayer con las asociaciones de vecinos de Loreto, Puntales y el Cerro del Moro, y con la asociación de jubilados y pensionistas, para tratar sobre la imposibilidad de utilizar la sala de mayores ubicada en el Centro Integral del Mayor Micaela Aramburu.
“Hasta el momento, el equipo de gobierno se ha mostrado incapaz de dar una solución a estos usuarios. Como siempre, actúan tarde y mal. Desde el mismo día de la inauguración, la sala permanece cerrada por la falta de dotación con la que se les entregó. Creíamos que inaugurar espacios inutilizables no era propio de la ‘nueva política’. Lamentablemente nos equivocamos”, denuncia la concejala socialista.
“Los mayores se encontraron con un espacio en el que sólo contaban con 8 mesas con sillas. Ni agua potable, ni teléfono, ni conexión a internet y sin ningún tipo de programación de actividades, talleres, charlas o conferencias. Nos preguntamos cómo iban a llegar a este lugar inhóspito e inutilizable la vida y la alegría de las que habló el alcalde en el acto de inauguración”, asegura María José Rodríguez.
“A todo esto se suma que los mayores no tienen derecho sobre las instalaciones, sin embargo, se les ha cargado con la responsabilidad de abrir y cerrar la sala, porque no cuentan con personal para ello. Ante este problema, los usuarios pidieron que se llevara a cabo la explotación del bar que hay en el propio centro y que fuese el encargado del mismo quien se ocupara de la apertura y el cierre. Tampoco se ha hecho nada al respecto”, explica la concejal socialista.
“Por otra parte, los afectados reivindican pasar de ser una sala de mayores a un centro de participación activa autónomo, y no depender del de Vistahermosa, como pretende el equipo de gobierno. Sin embargo, no han recibido respuesta a esta petición”, asegura María José Rodríguez.
“En definitiva, se trata de un colectivo al que no se les dan soluciones y que cuentan con unas instalaciones que no pueden usar. El equipo de gobierno adquirió con ellos el compromiso de subsanar las deficiencias, pero continúan esperando. El centro Micaela Aramburu costó en su totalidad 11 millones de euros, una inversión muy importante que no nos podemos permitir que no se esté usando en su totalidad por la dejación de los responsables municipales. Además, se trata de un espacio social y de desarrollo de nuestros mayores que debe funcionar correctamente, puesto que merecen un lugar al que poder acudir, que esté bien acondicionado y que tenga actividades de interés para ellos”, concluye la concejal socialista.