Ruiz Boix y Patricia Cavada valoran una relación que repercute en el sostenimiento de servicios públicos esenciales en las actuales circunstancias de pandemia
La recaudación de tributos municipales en San Fernando alcanzó en 2020 un resultado de 24 millones de euros (exactamente 24.184.540, 97), una vez sumadas las liquidaciones de los periodos voluntarios de pago y las procedentes de la vía ejecutiva. Pese a que fue un ejercicio condicionado por la pandemia, este índice supera a los obtenidos en 2019 y 2018 y es algo inferior a los registrados en 2017 y 2016.
Los datos que conforman el comportamiento del último año fiscal han sido evaluados por el responsable del área de Servicios Económicos de Diputación, Juan Carlos Ruiz Boix, y la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada.
Juan Carlos Ruiz Boix considera que el dato fiscal del último año “confirma la responsabilidad social de los contribuyentes de San Fernando”, que han acreditado un amplio grado de ejecución en relación a las previsiones determinadas en las listas cobratorias. Por ejemplo la figura tributaria en la que se obtienen mayores ingresos, el IBI urbano, alcanza un cumplimiento del 87 por ciento de las estimaciones.
Ruiz Boix ha insistido en que “los más de 24 millones de euros recaudados permiten ofrecer los mejores servicios”, y ha añadido que “esta gestión es más necesaria que nunca para prestar servicios por parte de los ayuntamientos, que han asumido competencias que no son propias”.
La alcaldesa ha querido trasladar su agradecimiento a la ciudadanía de San Fernando por este balance, ya que “gracias a la implicación de los isleños e isleñas hemos podido alcanzar la recaudación que nos habíamos propuesto, lo que a su vez nos ha permitido afrontar en un tiempo de crisis y pandemia los servicios públicos y el funcionamiento de esta ciudad”. Además, como ha resaltado Cavada, “de esta forma también se han podido adoptar medidas fiscales extraordinarias como la congelación de impuestos y la bonificación de tributos, como la tasa de ocupación de las terrazas durante el segundo semestre de 2020 y de todo este año, lo que beneficia directamente al sector de la hostelería”.
Patricia Cavada también ha puesto de relieve la importancia que tiene para el Ayuntamiento de San Fernando poder contar con recursos económicos “para poder afrontar la pandemia y tomar las medidas necesarias para plantarle cara, muchas de las cuales no son de competencia municipal”.
En el año 2020, tras la irrupción de la pandemia y la declaración del primer estado de alarma, la actividad recaudatoria se paralizó durante tres meses. Diputación decidió mantener el calendario de anticipos acordado con los ayuntamientos, sin que las cuantías sufrieran alteración. En consecuencia desde el Servicio Provincial de Recaudación y Gestión Tributaria se libraron al Ayuntamiento isleño 21.955.000 euros hasta final del ejercicio. Ésa es la suma de las transferencias mensuales, que se calcularon a comienzos de 2020 y estaban basadas en los ingresos fiscales estimados. “Importes que se respetaron y que han contribuido a sostener la cobertura de servicios públicos, precisamente en unas circunstancias de emergencia social”, ha indicado Ruiz Boix.
Los ingresos de San Fernando, en periodo voluntario, superaron los 21 millones de euros (el mejor registro de los últimos cinco años). Por operaciones domiciliadas -en los diferentes tributos- se liquidaron 13,1 millones de euros. En el municipio fueron 2.448 contribuyentes los que concertaron sus obligaciones a través de planes personalizados de pago, que comportaron casi 1,5 millones de euros.
Al final la recaudación efectiva, es decir los tributos liquidados, superaron las previsiones. Por tanto, el Ayuntamiento de San Fernando logra una liquidación positiva por la que recibirá 932.000 euros al objeto de equilibrar la cuenta entre los anticipos satisfechos y lo realmente recaudado.
Diputación y Ayuntamiento de San Fernando también han pactado el volumen de los anticipos que ingresará la hacienda municipal en el presente 2021, y que han sido calculados ponderando la recaudación prevista y las necesidades de tesorería. En concreto se cifran en 22,2 millones de euros, a razón de 1.850.000 euros cada mes.
Ruiz Boix ha referido algunas de las medidas adoptadas en el año 2020, en atención a las dificultades agravadas por la pandemia: los calendarios fiscales se ampliaron en tres ocasiones, sin recargos ni intereses; se flexibilizaron los criterios para fraccionar el pago de deudas; y no se cobraron cuotas de operaciones fraccionadas durante el estado de alarma.
En estas circunstancias los medios telemáticos de Recaudación, como la sede electrónica o la aplicación DipuPay, demostraron ser instrumentos solventes para la liquidación de obligaciones tributarias. La atención telefónica también experimentó una sensible mejora con la incorporación de un nuevo programa y la renovación de los números de las oficinas distribuidas en la provincia de Cádiz.