El presidente de los populares gaditanos se reúne con representantes de la AVV San José Playa que recuerdan que la obra que sirvió de excusa para la “peatonalización provisional” de la calle acabaron en febrero
El presidente del Grupo Municipal Popular (GMPP) del Ayuntamiento de Cádiz, Juancho Ortiz, calificó de “inaudito el perjuicio causado a transportistas, taxistas, hosteleros y vecinos de la zona por pura obcecación de Martín Vila con la peatonalización de Marianista Cubillo”. El edil, acompañado por la concejala popular Nuria Álvarez, mantuvo en el día de ayer una nueva reunión con representantes de la Asociación San José Playa, en la quedó patente el constante incumplimiento del Equipo de Gobierno con su anuncio de provisionalidad de las medidas de restricciones al tráfico en dicha calle.
Los vecinos recordaron a los concejales populares que ya en febrero los propios operarios de las obras en la zona cercana de San Juan Bautista habían finalizado. Del mismo modo mostraron a Juancho Ortiz y Nuria Álvarez la respuesta de Martín Vila de 9 de diciembre de 2021 en la que el concejal indica a los vecinos, literalmente, que la medida de peatonalizar el tramo de la calle Marianista Cubillo anexa al Drago se hacía “de forma provisional”.
El Grupo Popular calificó del mismo modo de lamentable que los vecinos que siguen luchando desde hace meses por ser escuchados por su Ayuntamiento no hayan tenido acceso al expediente administrativo que la peatonalización de dicha calle debe llevar aparejado. El presidente del GMPP indicó que “lo mínimo que puede y debe hacer Vila es dar acceso a los vecinos a ese expediente para que vean cómo pueden presentar sus alegaciones, proponer alternativas y conocer qué derechos les ampara, pero es evidente que la participación para Vila y Kichi es un concepto de usar y tirar con el que engañaron a muchos gaditanos”.
Juancho Ortiz ha reiterado su petición para que los vecinos de la zona sean escuchados “de una vez por todas y se atiendan a sus peticiones que tienen toda la lógica del mundo. Sin la obra —que fue solo una excusa— y con el Drago sin niños hasta septiembre, ¿qué sentido tiene cerrar el acceso a los vecinos a sus domicilios, muchos de ellos mayores o con movilidad reducida? ¿Qué gana esa zona con las trabas que se les pone a transportistas, taxistas, hosteleros? Es el órdago y la soberbia de un concejal que se ha creído dueño de la ciudad y que actúa al dictado de la ideología del ordeno y mando en todo lo que se refiere a movilidad en la ciudad. Se ha hinchado a quitar aparcamiento, ha puesto a todo Cádiz a pagar por aparcar y está haciendo todo lo posible para hacerle la vida imposible a estos vecinos. Un verdadero desastre del que el alcalde ni se entera ni quiere enterarse”.