Arranca la sesión con la comparsa de Antonio Martínez Ares que no se calla ni media. Reivindicativa desde el primer verso esta comparsa representa a un grupo de comparsistas que acaban de salir de la prevención para cantar en la casa de un señorito delante de las fuerzas vivas de la ciudad.
El primer pasodoble para la huelga del metal. Toma ya. Porque estamos hechos de puro hierro. Reivindican la lucha obrera que puso el foco mediático en Cádiz hace unos meses. El segundo, a esa juventud fascista de pulsera y banderita que en ocasiones olvida que en su propia familia hubo represaliados por el régimen franquista.
Buena tanda de cuplés. El primero a la longevidad de la Reina Isabel II y en el segundo advierten a los partidos políticos que en las próximas elecciones les va a votar…. Vamos a dejarlo ahí.
En el popurrí continúan con su repertorio ante las autoridades hasta que le cambian la letra al himno de España y… otra vez a la prevención. Se retiran de escena en un guiño a la comparsa ‘El bache’, un discreto homenaje a Paco Rosado.