El escritor nicaragüense y Premio Cervantes Sergio Ramírez ha lamentado la reciente retirada de su nacionalidad nicaragüense asegurando que «no hay exilio posible» gracias a la lengua, que es su «patria». «Nadie puede quitármela ni desterrarme», ha añadido.
Ramírez ha participado en el acto inaugural del IX Congreso de la Lengua Española en el Teatro Falla de Cádiz, con un discurso en el que ha sido beligerante respecto a su situación con su país de origen. Ramírez ha sido uno de los 94 nicaragüenses afectados por la decisión del Gobierno de este país de retirar la nacionalidad a aquellos acusados de «traición a la patria».
«Siempre hemos estado huyendo de alguien o algo:*terremotos, pestes o tiranos. El tirano que envejece en su cama y en su trono es siempre el mismo: desvaría en sus arbitrariedades, impone el silencio y condena al destierro, ha señalado el escritor ante la mirada de los Reyes de España y un auditorio repleto de académicos.
Para el autor de ‘Margarita, está linda la mar’, las armas «han cobrado siempre su precio a las letras, que pugnan por la libertad». «El poder, cuando quiere ser absoluto mal, disimula su inquina contra la imaginación y las tiranías castigan a burlas y ficciones de novelas. Quien las escribe, debe pagarlas con el destierro», ha alertado.
«Quieren borrar tu memoria y tu pasado y tus palabras, por eso la literatura es la única forma de seguridad moral que tiene la sociedad», ha apuntado Ramírez, para quien en Latinoamérica –«que es mi patria», ha reiterado– y en España los escritores «han fraguado vidas en el exilio».
«Si soy nicaragüense, lo soy a la manera de quien no puede ser de otra forma y no hay exilio posible, porque la lengua me libera. Es una lengua sin fronteras, que nadie puede quitarme ni desterrarme, porque la lengua que es mi patria», ha concluido, con una larga respuesta de aplausos por parte de los presentes.