No sé si estaba entre los planes de nuestro buen amigo y asiduo lector de este humilde medio, Fernando Santiago, continuar la serie que inició hace muchos años con «Cádiz recuperado» y más tarde «Carnaval recuperado», pero la procesión del Corpus lleva dos años sirviendo un material impagable para realizar una nueva entrega de la serie, esta vez rizando el rizo. Un documental que visualice la realidad de otros tiempos con imágenes actuales. Y mientras la señora Martínez siga perteniciendo a la Corporación todo parece indicar que no van a faltar momentos que inmortalizar en una obra videográfica.
La Cámara de Comercio, las asociaciones de empresarios, Antonio de María al frente de HORECA y todas esas mentes que tratan de buscar un elemento diferenciador que atraiga turismo y actividad económica a esta ciudad que dejó de sonreir hace ahora un año, deberían darse cuenta de la singularidad que está adquiriendo la procesión del Corpus en Cádiz. Ya hasta el Carnaval tiene sus competidores en otras ciudades más o menos cercanas como Sevilla, Huelva o Badajoz. Pero una procesión como la de los últimos años en Cádiz es única.
Hasta el Santísimo Cristo Sacramentado queda en un segundo plano al paso de la personalidad arrolladora de la ex primera edil. «Santa subito» faltó por aclamar el domingo. O ser recibida con ramas de olivo mientras avanza a lomos de un pollino. Cuando los años le pesen se le podía pedir prestado a Luis Rivero la parihuela del faraón del coro La Corte y organizar un concurso de ideas para personalizar los jeroglíficos y adaptarlos a la figura que va a portar. Yo desde aquí sugiero un jeroglífico del segundo puente, otro del soterramiento, uno más de las macetas que tanto le gustaba colocar, las farolas del Campo del Sur, Entrecatedrales, el mamotreto de Santa Bárbara y lo dejo aquí porque la lista sería interminable.
La pena es que esta oportunidad que se nos presenta se acabará si alguna vez tiene de nuevo la oportunidad de gobernar, cosa que hace un año el Partido Popular descartó pero como ya dije hace algunas semanas las necesidades económicas de la mayoría de los ediles está haciendo cada vez más urgente una moción de censura. Solo por este motivo se explica la querella criminal interpuesta ayer mismo contra el alcalde. Evidentemente no buscan un resarcimiento económico ni una resolución de si se puso en riesgo a sabiendas la salud de los vecinos. El único objetivo que se persigue es la imputación del alcalde para acusar al PSOE de estar apoyando a un imputado y forzar la moción. Y si no, al tiempo.