El hasta ahora jefe de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del Dolor del hospital de Cádiz y presidente de SEMDOR asegura que el principal efecto nocivo lo provoca la combustión
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. En Europa, el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes y está directamente relacionado con la aparición de múltiples enfermedades, entre las que se encuentran 20 diferentes tipos de cáncer y más del 50% de las enfermedades cardiovasculares.
Y es que “el cigarrillo contiene más de mil sustancias tóxicas”, ha advertido el presidente de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR) y hasta ahora jefe de la Unidad de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz, Luis Miguel Torres, en una conferencia sobre ‘Consumo de tabaco y evolución en patología articular’ pronunciada durante el Congreso de la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI) celebrado recientemente en Barcelona.
Entre los componentes dañinos del tabaco, destaca la nicotina, que posee una enorme capacidad adictiva y es la causa por la que su consumo produce dependencia. Sin embargo, según el Dr. Torres, el principal efecto nocivo del tabaco sobre la salud no lo provoca la nicotina, sino la combustión. “La nicotina es adictiva, pero no es la causa de las enfermedades. La evidencia demuestra que son el humo y la ceniza los que emiten partículas tóxicas», asegura. De este modo, según el presidente de SEMDOR, “la combustión del cigarrillo es lo que provoca graves problemas para la salud”.
Otra sustancia del tabaco quemado que destaca como especialmente nociva es el alquitrán, que produce graves problemas pulmonares y respiratorios. Esto “repercute de manera directa sobre las articulaciones y hace que los pacientes tengan menos actividad física”.
Por todo ello, la recomendación de este especialista gaditano es “que no se fume nunca”, ya que “la única manera de evitar el riesgo es no fumar”. Sin embargo, sugiere que en los casos que el paciente no quiera o no pueda dejar este hábito, al menos debería considerar “estrategias de reducción de daños”. En este sentido, destaca alternativas como los productos de inhalación de nicotina sin combustión (cigarrillos electrónicos o dispositivos que calientan tabaco), que pueden ser una “última opción» para aquellas personas que no consiguen dejar de fumar.
Incide en que estas alternativas libres de humo “no son inofensivas”, ya que también contienen sustancias químicas que pueden provocar enfermedades, pero pueden servir como herramienta complementaria a los tratamientos para dejar de fumar. «Estos dispositivos calientan el tabaco, pero no lo queman, por lo que reducen significativamente la producción de sustancias nocivas», apunta.
El Dr. Torres reconoce que aunque la nicotina es dañina en sí misma, tiene algún efecto positivo: puede ser sedante o tener alguna actividad analgésica, “pero no son buenas las demás sustancias que rodean al tabaco”. Añade que si una persona quiere consumir un cigarrillo electrónico, “tiene que hacerlo con nicotina, porque hay algunos sucedáneos en los que se inhalan muchas sustancias que no están bien estudiadas y pueden ser incluso más perjudiciales que la nicotina”.
Insiste en que “la recomendación es no fumar, pero si no se puede o no se quiere dejar este hábito, al menos hay que intentar reducir el daño y en lugar de cigarrillo convencional, usar sistemas que lleven nicotina sin combustión”.