El alcalde y la presidenta de la Asociación firman un convenio de colaboración, cuyo objetivo es el mantenimiento de la casa que gestiona este colectivo en la calle Botica
El alcalde de Chiclana, José María Román, y la presidenta de la Asociación de Caridad San Vicente de Paúl, Mónica Ballesteros, han firmado un convenio de colaboración, a través del cual el Ayuntamiento de Chiclana se compromete a colaborar en el mantenimiento de la casa de acogida que dicho colectivo social tiene en la calle Botica. Un acto en el que también han estado presentes el delegado municipal de Servicios Sociales, Francisco José Salado, y Sor Antonia. En este sentido, con el objetivo de atender las necesidades de la asociación, el Consistorio aportará la cantidad de 12.501,30 euros para los gastos ocasionados en el presente año 2023.
De esta forma, el equipo de Gobierno continúa su labor en apoyo a los asuntos sociales de la localidad y, en especial, a la protección de la tercera edad, que refleja el trabajo de la Asociación de Caridad San Vicente de Paúl con estas siete personas. Además, colabora con un colectivo que cuenta con escasos recursos económicos para el mantenimiento de su casa de acogida, así como para la atención de estas personas mayores.
El alcalde ha señalado que “se trata de un convenio para ayudar a una casa que se puso en marcha hace muchos años para señoras que estaban solas, necesitaban cariño y buscaban una casa de acogida. Esta iniciativa ha ido creciendo y en estos momentos son nueve las mujeres que están allí acogidas. Estas personas encuentran el afecto que necesitan en vez de vivir en soledad. Este convenio se consolida año tras año y siempre marcha bien. Lo importante es el esfuerzo que hacemos entre todos para que toda la comunidad esté bien atendida”.
Mónica Ballesteros ha agradecido “al alcalde y al Ayuntamiento esta colaboración para que la casa funcione. Este año la subvención ha subido y nos servirá para arreglar algunas zonas. Tenemos a nueve mujeres, que son independientes y tres de ellas tienen menos de 65 años. Ahora son señoras, algunas derivadas de Servicios Sociales, que no reúnen las condiciones para estar en un centro de mayores y están con nosotras, porque son totalmente independientes”.