El hombre que fue asesinado el pasado 2 de enero de 2024 en su vivienda en el barrio de la Paz de San Roque (Cádiz) había mantenido una fuerte discusión días antes, en la madrugada del 31 de diciembre, con el presunto autor de los hechos, ya detenido y que resultó ser un vecino suyo que conocía, como ha explicado la Guardia Civil en una rueda de prensa este viernes. En el transcurso de la discusión, de la que se desconoce su motivación, el detenido supuestamente le había proferido amenazas de muerte a la víctima, quien decidió denunciarlo a la Benemérita por esos hechos.
Según ha contado el general García Vázquez de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil Algeciras, esa ha sido la principal línea de investigación que se ha llevado tras conocerse el asesinato de esta persona.
Sobre el hecho en sí ha explicado que fue un familiar de la víctima el que halló el cuerpo sin vida y llamó a los servicios de emergencia. En la inspección técnico ocular realizada se pudo saber que el asesinato había tenido lugar durante la madrugada con una escopeta del calibre 12 desde el exterior del domicilio a través de una ventana de la planta baja. El fallecido en esos momentos se encontraba sentado en el sofá del salón y recibió los disparos del arma.
Como ha contado la Guardia Civil, la discusión del día 31 de diciembre y la posterior denuncia fue comentada entre los vecinos, quienes «daban por hecho» que estaba implicado el ya detenido. Éste decidió entonces prestar declaración en la tarde del día 2 para explicar la discusión e «intentar presentar una coartada».
«Él presentó un relato de todos los hechos y las acciones que había estado realizando durante las horas previas y posteriores al asesinato y presentó diferentes pruebas para dar credibilidad a su versión y desvincularse totalmente de los hechos», ha señalado el general.
La investigación realizada permitió desmentir esta declaración y recabar pruebas que determinaran qué era lo que había hecho esta persona en realidad, motivando su detención el pasado 9 de enero ante el riesgo de fuga existente. El registro de su domicilio se hizo con la colaboración del sospechoso, quien contó a los agentes dónde se había desecho del arma, en una zona descampada de San Roque pegada a la A-7.
Aunque es cierto que ambas personas estaban relacionadas con el mundo del narcotráfico, la Guardia Civil ha indicado que la discusión que motivó el asesinato días después fue «casual» y que no hay nada que indique que se debiera a temas de drogas «como se ha especulado». El dinero y vinculaciones sentimentales también se han descartado como móvil del crimen. La investigación ha apuntado además a que el detenido actuó solo para cometer los hechos.
Fue, según ha dicho la Guardia Civil, «un hecho puntual que ocurrió en un momento determinado durante esa noche que motivó una discusión y que al final propició una escalada en cuanto a la agresividad que terminó motivando una serie de amenazas».
Al detenido se le imputa un delito de asesinato y de tenencia ilícita de armas, ya que no contaba con permisos legales para tener una escopeta en su poder.