El Ayuntamiento gaditano de Arcos de la Frontera ha señalado que plantea poner en marcha un sistema de cierre en la cueva del Higueral para proteger la cavidad de «visitas inadecuadas», además de elaborar un futuro proyecto para «sobre todo» preservar y conservar el acceso a esta singular cavidad.
En una visita a esta cueva por parte del delegado municipal de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento arcense, Andrés Camarena, y de varias personas defensoras del patrimonio local, como son Daniel Jiménez Martín, José M. Gago Salguero y Pepa Lozano Sánchez, se ha puesto de manifiesto que esta cueva no cuenta en la actualidad con ningún tipo de protección y «cada día se producen hechos vandálicos» como pintadas en la entrada, excavaciones o basuras.
Como ha explicado el Ayuntamiento en un comunicado la cueva del Higueral es de origen cárstico y se formó hace «unos cuatro millones de años» por la erosión del agua, estando constituida por dos salas que se comunican entre sí. Se halla en el término municipal de Arcos, en el margen suroeste de sierra Valleja.
Desde el año 1977 hasta 1982 el arqueólogo Francisco Giles Pacheco y su equipo, con autorización de la administración, llevaron a cabo una serie de campañas de excavaciones con sondeos estratigráficos. Años despues, entre 2001 y 2002, se llevó a cabo una nueva intervención, esta vez por el arqueólogo Francisco Giles Guzmán bajo la dirección de Giles Pacheco. Según los estudios llevados a cabo, la cueva había estado ocupada desde el paleolítico medio.
En la última intervención, se realizó un pequeño sondeo en el que se documentaron hasta 11 niveles estratigráficos, apareciendo restos de fauna, sobre todo de ciervo y conejo. También se documentaron innumerable material lítico, sobre todo en sílex, para cortar carne y trabajar la piel y la madera entre otros. Además, aparecieron dos objetos de adorno: uno sobre plaqueta de caliza y un canino de ciervo perforado.
La presencia de grupos humanos en la antigüedad ha quedado constatada en la cavidad por la presencia de hogares que se ha mantenido hasta los últimos tiempos, ya que la cueva ha servido para dar cobijo a pastores con sus rebaños, ha señalado el Ayuntamiento de Arcos, que ha recordado que todo este material que se obtuvo del pequeño sondeo, ha dado lugar a varias tesis doctorales.
Ante todo esto, el Gobierno local de Arcos ha considerado que «dada su importancia y singularidad» en la provincia de Cádiz, «se debería llevar a cabo un sistema de cierre para proteger la cavidad de visitas inadecuadas y que permita mostrar con unas garantías a aquellos grupos interesados en su conocimiento, con su correspondiente guía».
En esa misma línea ha advertido sobre esta cueva que «debe valorarse su potencial» y ha animado a futuros proyectos de excavaciones a que continúen con el estudio de estas sociedades cazadoras y recolectoras y así ampliar la historia del pueblo de Arcos y «su rico patrimonio».
«Tenemos tanto el derecho, como la obligación y el deber de preservarlo, cuidarlo, darlo a conocer y trasmitirlo a nuestras generaciones futuras», ha aseverado el Ayuntamiento.