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Vie. Nov 22nd, 2024

Mercedes Ruiz mira al futuro desde la tradición en el estreno de ‘Romancero del baile flamenco’

Estévez/Paños y Compañía aporta su visión de los orígenes del flamenco en ‘La Confluencia’

Desde la reivindicación de la tradición, pero teniendo en cuenta el presente y mirando al futuro, ha construido Mercedes Ruiz su nuevo espectáculo (Romancero del baile flamenco) que el viernes 8 de marzo podrá verse en el Teatro Villamarta, escenario principal del Festival de Jerez. En este estreno la bailaora parece querer agarrarse a las raíces sólidas del flamenco, pero ofreciendo su “visión sensible de la danza” y cimentando artísticamente su identidad en el futuro.

De esa mirada hacia el pasado de Mercedes Ruiz también participa Estévez/Paños y Compañía en La confluencia, aunque de forma bien diferente. En este montaje -programado para el jueves 7 de marzo en el coliseo jerezano- se exhibe una visión propia de los orígenes del flamenco a partir del último tercio del siglo XIX.

El baile también estará presente en otros escenarios del certamen. En primer lugar, con Cynthia Cano en los Museos de la Atalaya (jueves 7 de marzo) que, tomando como referente el universo femenino de Gabriela Mistral, estrena Locas mujeres bajo la dirección de Joaquín Grilo. Un día más tarde Juan Tomás de la Molía también pondrá en escena por primera vez Vertebrado, a ritmo de bulerías, con Manuel Liñán en la dirección.

En Segunda piel, su anterior espectáculo, Mercedes Ruiz se proponía indagar y crear para ser una bailaora de estos tiempos. Ahora da una vuelta de tuerca a ese proceso con Romancero del baile flamenco. Convencida de que “el flamenco guarda una gran enseñanza” y que las experiencias vividas configuran de alguna manera el camino elegido sobre los escenarios, la jerezana tiene en cuenta ahora “las creaciones y expresiones artísticas de esos grandes maestros” que han abierto otras rutas sobre las que seguir evolucionando.

Así las cosas, Romancero del baile flamenco viene a reivindicar la tradición, entendida como la fuente de la que emana la nueva danza o la que está por venir. Esta especie de “reverencia al pasado” no impide exhibir coreografías que conecten con estos tiempos y, lo más importante, que permitan a Mercedes Ruiz alcanzar una identidad propia en el futuro. Al final y cabo, se trata de utilizar el baile “como lenguaje universal” y, para ello, nada mejor que ofrecer al público una nueva forma de entender “el diálogo entre el baile, la música” e, incluso, los silencios. “Un homenaje al baile a través de diferentes palos”, donde se podrá apreciar la influencia de quienes “me han inspirado y lo siguen haciendo”, ha indicado

El espectáculo –“de corte clásico y sin argumento”- comienza por sevillanas y fandangos de Huelva para, a continuación, abordar las siguiriyas y las cantiñas. El ritmo del polo lleva por título A las raíces me agarro, en consonancia con esa puesta en valor de la herencia de la tierra. Sobre el escenario, Mercedes Ruiz estará acompañada en el baile por José Maldonado (un buen contrapunto a su estilo), la guitarra de Santiago Lara, el cante de David Lagos y Los Mellis, además de palmas y percusión. A este respecto, la bailaora jerezana destacó que “el hilo musical” es uno de los fuertes ingredientes de su nuevo montaje.

Aunque inicialmente Estévez/Paños y Compañía iba a poner en escena Flamenca 391 (7 de marzo en el Teatro Villamarta), el repentino fallecimiento de Rosana Romero, bailarina principal, maestra repetidora y pieza fundamental de esta propuesta, ha motivado que, en su lugar, lo que vea el público sea La confluencia, una interesante propuesta que clausuró en 2022 el certamen en los Museos de la Atalaya.

Los códigos del flamenco

La confluencia podría definirse como “una nueva lectura de los códigos del flamenco. Todas las músicas y danzas que confluyen en Andalucía en el último tercio del siglo XIX y que configuraron el flamenco, tal y como lo conocemos hoy día”, en palabras de Rafael Estévez, uno de los directores artísticos de la compañía. En este montaje se plasma la creación coreográfica desde un lenguaje actualizado del baile flamenco pero que, necesariamente, “se alimenta de su pasado, de su raíz y del arte contemporáneo”, ha añadido. De este modo, se exhibe un baile flamenco “que es hijo del tiempo que estamos viviendo”.

En La confluencia el espectador tendrá ante sí a “ocho hombres, ocho perfiles muy concretos” que, a través de la música y el baile, encarnarán múltiples personajes: el flamenco, el campesino, el gitano, el pregonero, el esclavo, el huido, el hombre contemporáneo… Y es que serán ocho los integrantes de esta compañía en escena. Cinco de ellos se ocuparán del baile -Rafael Estévez, Valeriano Paños, Jesús Perona, Alberto Sellés y Jorge Morera- y el resto conforman la banda sonora: Rafael Jiménez “Falo” (cante), Claudio Villanueva (guitarra) y Lito Mánez (percusión).

Para Estévez, La confluencia viene a ser “una suite de música y baile, hecha desde el lenguaje actual. En ella conviven desde el baile flamenco actual creado por nosotros hasta la escuela bolera, la danza contemporánea, el aurresku, el verdial, los tangos trianeros, el baile de cortes como La Zarabanda”. En definitiva, “una mezcla de todos esos elementos primigenios que confluyen para que nazca el arte flamenco”, ha apuntado. El resultado esconde una gran labor de investigación, tanto desde el punto vista histórico como musical y del movimiento. “La verdad es que ha sido un trabajo apasionante”, ha precisado.

Valeriano Paños ha recordado que el proceso creativo de este montaje tuvo lugar en los tristes tiempos de la pandemia y que, como contraposición a ese ambiente pesimista que se instaló en la sociedad, pensaron en “hacer algo muy alegre. Teníamos la necesidad de disfrutar del baile, de la danza, disfrutar de la vida, del momento”.

Como una síntesis del universo femenino tanto en la vida como en la obra literaria de la Premio Nobel Gabriela Mistral, Cinthya Cano ha pergeñado Locas mujeres, un estreno que podrá verse el jueves 7 de marzo en los Museos de la Atalaya, bajo la dirección de Joaquín Grilo. Para esta sugerencia de su primera maestra de baile María Dolores Ros, la artista murciana ha elegido una parte de la obra Lagar I de la escritora chilena, concretamente el capítulo titulado Locas mujeres.

Cuatro perfiles femeninos

De los 16 perfiles femeninos que Mistral describe en este texto, Cinthya Cano ha elegido cuatro: la Otra, la Bailarina, la Abandonada, y la Dichosa. Diferentes personalidades de mujer que Cano representará a través de un palo flamenco concreto. Una labor de introspección que le ha obligado a dar un componente interpretativo a sus movimientos. Para poner en escena a la Otra ha elegido la soleá. En la Bailarina el espectáculo transita por guajira y bulerías, mientras que la Abandonada se identifica con la seguiriya y la Dichosa se muestra por cantiñas y chuflas. En todas esas mujeres, la escritora chilena va desprendiéndose de las ataduras sociales que oprimían su forma de ser y sentir hasta conseguir su ansiada libertad.

“Pasados 80 años de la muerte de Gabriela Mistral, las mujeres seguimos luchando por ser libres”, ha enfatizado Cynthia Cano. Para llegar a ese punto de liberación contará con la guitarra de Francis Gómez, el cante de Carmen Grilo y Teresa Fernández y la percusión de Carlos Merino. La voz en off de la actriz Mercedes Imbernon representará la conciencia de Mistral.

El baile también será protagonista en Sala Compañía, donde el viernes 8 de marzo Juan Tomás de la Molía estrenará Vertebrado con dirección de Manuel Liñán. Bajo el precepto de que “bailar es disfrutar” cuando el bailaor y Liñán se reunieron para dar forma a este proyecto surgió la pregunta de cuáles eran los referentes artísticos de Juan Tomás de la Molía. Al ser estos La Paquera, Terremoto y Moraíto, por citar algunos, y la bulería el palo en el que se inició en estos menesteres flamencos, llegaron a la conclusión de montar un espectáculo con la bulería como único hilo conductor. Y de eso se trata este Vertebrado: de disfrutar por bulería.

Juan Tomás de la Molía estará acompañado por la guitarra de Jesús Rodríguez, el cante de Jesús Corbacho y José El Pechuguita, a los que se suma el compás de Emilio Castañeda.

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