Estas elecciones no son como las demás. Por primera vez es necesario repetir unas elecciones y también por primera vez las promesas electorales han pasado a un segundo plano. Hasta el programa electoral se disfraza de catálogo de Ikea para darle algo de relevancia y que tenga su minuto de gloria. Porque lo importante esta vez no es convencer, sino aplastar el contrario para obligarle a torcer el brazo sin alzar mucho la voz cuando llegue la hora de los pactos, que volverán a ser inevitables.
El enfrentamiento verbal entre los partidos en tiempo electoral no es nuevo, pero el nivel que se está alcanzando deja en pañales al senado de la mismísima Roma clásica. No vamos a ver envenenamientos ni puñaladas como en aquellos tiempos. Eso pasaba en Roma porque no tenían Youtube.
Esta misma semana y sin salir de la provincia hemos podido comprobar que una cosa es lo que pregonan los líderes de los partidos en sus mítines y otra la relación entre políticos locales. En El Puerto los concejales de Levantemos El Puerto deciden que no quieren otorgar una licencia para construir un aparcamiento. Olvidan o desconocen estos ediles que las licencias urbanísticas son actos administrativos reglados y que por tanto no están a expensas del arbitrio ni de la voluntad política de nadie. Luego vendrá la lideresa andaluza a acusar en el parlamento a otros de corrupción y de cortijos cuando sus compañeros de El Puerto se pasan la legislación por el arco del triunfo.
Pero no queda ahí la cosa. El alcalde decide que no aguanta más y firma los decretos de cese con la aquiescencia de los concejales de IU. No sé hasta qué punto esta medida se ha hecho pensando en la ciudad pero lo cierto es que el Equipo de Gobierno pasa a una situación cuanto menos compleja, teniendo que gobernar en minoría y con cuatro concejales enfrente esperando a devolver la pelota. Por no hablar de la campaña que hará Unidos Podemos en El Puerto después del enfrentamiento entre los de IU y los de Podemos. ¿Se movilizarán los unos o los otros en función del candidato que visite la ciudad?
Y aquí en Cádiz no se quedan atrás. Primero el alcalde compara la sanidad andaluza con la de Venezuela olvidando aplicarse a sí mismo el rigor que exigió hace unos meses a los medios de comunicación. Y para rematar el PSOE amenaza con retirar la confianza que le otorgaron el pasado 13 de junio a José María González y que ya le retiraron en el momento en que las mismas manos que le votaron volvieron a caer sobre la mesa. ¿Quién da mas?