El responsable de Asistencia a Municipios de la Diputación de Cádiz, Antonio Aragón, ha entregado al alcalde de Arcos, Miguel Rodríguez, el proyecto básico y de ejecución que guiará la rehabilitación del centro municipal de la antigua iglesia de San Miguel. Este inmueble –de segunda mitad del siglo XVII- se localiza en un emplazamiento elevado que fue fortaleza árabe, así como posterior ermita y hospicio para niñas huérfanas. Tras su desacralización e incorporación al inventario de bienes municipal fue convertido en centro cultural y habitual escenario de exposiciones. Desde 2020 permanece cerrado y ha sufrido filtraciones que han ocasionado problemas de humedad e incluso el desprendimiento de yesería.
El alcalde arcense, en consecuencia, ha valorado la implicación de Diputación al asumir el proyecto «tras años de abandono, pese a ser un espacio cultural imprescindible». Por su parte Antonio Aragón se ha congratulado por el cumplimiento de una petición manifestada por el Ayuntamiento «y que permitirá proteger el patrimonio cultural y arquitectónico de Arcos». El diputado provincial ha delimitado las tres áreas del edificio que serán intervenidas: la nave central, el crucero, el ábside y las bóvedas. El plazo de ejecución estimado es de 10 meses conforme a un presupuesto de 340.000 euros. El Ayuntamiento de Arcos será el responsable de la licitación de las obras.
En la presentación del proyecto también han comparecido el delegado municipal de Cultura y Patrimonio, Andrés Camarena y Marcelino Blanco, uno de los arquitectos artífices de un proyecto que también firma Miguel Ángel Morales.
Según las indicaciones precisadas por Marcelino Blanco, se emplearán cinco meses en impermeabilizar las cubiertas y construir las nuevas mansardas (ventanas o lucernarios situados en la planta más alta a modo de buhardilla) y otros cinco meses para la rehabilitación interior de las zonas afectadas por las humedades.
El arreglo de las cubiertas requerirá un minucioso trabajo de retirada de las tejas de curva árabe que serán posteriormente reutilizadas; la limpieza de los excrementos de aves que se han acumulado; el refuerzo de la estructura de madera del tejado; la construcción de las nuevas mansardas de ventilación; la colocación de los aislantes; la instalación de nuevo alero; la eliminación de vegetación; o la colocación de barandilla de seguridad en la terraza, entre otras previsiones.
Tras la faena exterior se intervendrá en los paramentos interiores donde se evidencian las humedades, además de aplicar una pintura general de muros y techos.