Este lunes, el alcalde de Cádiz, Bruno García, acompañado de la concejala de Participación Ciudadana, Loli Pavón, ha mantenido una reunión con una familia que reside desde hace treinta años en una finca ubicada en la calle Pasquín, 31. La familia ha sido notificada recientemente por el propietario de la finca, un particular, de que deberán abandonar su vivienda el próximo 30 de septiembre debido a la finalización del contrato de arrendamiento.
Durante el encuentro, el alcalde García escuchó atentamente las inquietudes de la familia y les aseguró que el Ayuntamiento de Cádiz tomará medidas para evaluar su situación. El primer edil explicó que se coordinará con la empresa municipal Procasa y la delegación de Asuntos Sociales para estudiar posibles soluciones y ofrecer el apoyo necesario, siguiendo el protocolo establecido para casos similares en la ciudad.