La Policía Local de Los Barrios (Cádiz) ha requisado un total de cinco botellas de óxido nitroso, más conocido como ‘gas de la risa’, que se hallaron en una reunión con música en los alrededores de una finca de este municipio gaditano, en la que había tres jóvenes, dos hombres y una mujer.
En una nota, el Ayuntamiento barreño ha explicado que los agentes fueron requeridos por el puesto principal de la Guardia Civil para que acudieran a los alrededores de la finca de La Motilla, al ser informados de la presencia de unos jóvenes que estaban causando molestias por ruido y alteraciones del orden en el lugar.
A su llegada, los policías observaron dos vehículos estacionados, con los aparatos de música encendidos a un elevado volumen, y dos hombres y una mujer, que se encontraban inhalando este gas frente a la mencionada finca, provocando con ello «gran alboroto».
La patrulla procedió a la incautación de cinco botellas de óxido nitroso que los individuos tenían consigo y que arrojaron un peso de cuatro kilogramos. También se requisaron boquillas y globos que jóvenes estaban utilizando para el consumo no autorizado de esta sustancia.
El Ayuntamiento ha recordado que el óxido nitroso es un gas con propiedades anestésicas, analgésicas y disociativas, incoloro, casi inodoro y con un ligero sabor dulce. También es comburente y más pesado que el aire. Su consumo supone un riesgo para la salud pública y para la seguridad vial, cuando se conduce bajo sus efectos embriagantes.
Se presenta en forma de gas, volátil e incoloro, siendo utilizado como fármaco en terapéutica bajo estricto control médico. Es a la vez de las pocas drogas de abuso que se encuentran en estado gaseoso, y al inhalarse se expande en los pulmones de manera que llega al cerebro a través de las vías respiratorias, actuando como depresor del sistema nervioso central, provocando un estado eufórico y alucinaciones.
Este ‘gas de la risa’ es un producto de alta disponibilidad y bajo precio, que tiene una percepción social «de seguridad «en su consumo, habiéndose convertido en una droga de moda en Europa, barata y popular entre los jóvenes a pesar de que su consumo puede producir «graves secuelas».