Un fallo en la identificación de cuerpos provocó que un hombre fuera incinerado contra la voluntad de su familia, que había solicitado enterrarlo

El Instituto de Medicina Legal (IML) de Cádiz ha reconocido un error grave en la entrega de dos cadáveres ocurrida en octubre de 2024, que derivó en la incineración indebida de un hombre natural de Málaga. El fallo, originado en una confusión en el protocolo de identificación, hizo que los cuerpos de distinto sexo fueran intercambiados y entregados a familias opuestas, incumpliendo los deseos expresos del fallecido y sus allegados.
Según el informe oficial del IML, al que ha tenido acceso Europa Press, la confusión se produjo en el Servicio de Patología Forense tras practicar las autopsias correspondientes. El cuerpo del hombre malagueño, que debía ser enterrado según los deseos de su familia, fue entregado erróneamente a la funeraria de otra familia procedente de Barbate, que procedió a su incineración. Mientras tanto, el cuerpo de una mujer fue asignado a la familia del hombre.
El documento detalla que el error se produjo tanto en la actuación del técnico en anatomía patológica como en la funeraria encargada del traslado, debido a que no se siguió el protocolo de comprobación de identidad, que incluye la revisión de datos en el sudario, la cremallera de cierre o la pulsera identificativa. A pesar de que ambos firmaron la documentación correspondiente, no realizaron un reconocimiento visual del cadáver entregado.
El incidente salió a la luz cuando, al día siguiente, la funeraria de Málaga recibió el cuerpo equivocado y se detectó el intercambio. La familia del fallecido fue informada oficialmente el 21 de octubre por el director del IML de Cádiz, quien lamentó el error. La hija menor del fallecido expresó su profundo dolor por la incineración contraria a la voluntad familiar, que había organizado un entierro para su padre.
El abogado de la familia, Damián Vázquez, presentó una denuncia a través de la Asociación ‘El Defensor del Paciente’, calificando el suceso como una negligencia inexcusable y destacando la cadena de fallos en los protocolos del IML que han causado un grave perjuicio moral a la familia. Asimismo, interpuso una reclamación de responsabilidad patrimonial contra la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía, solicitando una indemnización por daños y perjuicios.
El informe del Instituto de Medicina Legal refleja que no solo hubo un error en la identificación, sino que este se agravó por la falta de comprobaciones básicas en la entrega de los cuerpos, lo que ha privado a la familia de su derecho a un duelo digno y a respetar las últimas voluntades del fallecido.
Este caso ha generado un debate sobre la necesidad de mejorar los controles y protocolos en la custodia e identificación de los cuerpos en los servicios forenses para evitar que incidentes similares vuelvan a ocurrir.