La PAU 2025 incorpora criterios comunes y evalúa competencias para garantizar igualdad en el acceso universitario
El nuevo modelo de Prueba de Acceso a la Universidad vuelve en junio de 2025 con corrección unificada y exámenes más prácticos, adaptándose a la LOMLOE y los nuevos currículos.

La Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), que evalúa cada año a miles de estudiantes en España, presentará importantes novedades a partir de la convocatoria de junio de 2025. El Gobierno, a través del Ministerio de Educación, ha aprobado un nuevo modelo que introduce criterios comunes de corrección para todas las comunidades autónomas y un enfoque más competencial en la evaluación, buscando homogeneizar la prueba y garantizar la igualdad de oportunidades en todo el territorio.
Esta actualización responde a la necesidad de adaptar la PAU a la nueva Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE) y a los nuevos currículos de Bachillerato. Tras un proceso de debate y la aprobación en el Consejo de Ministros del 11 de junio de 2024, el examen regresa a su denominación tradicional, PAU, dejando atrás los nombres anteriores como EBAU o Selectividad.
Uno de los cambios más destacados es la implementación de criterios mínimos de corrección comunes que todas las comunidades deben aplicar en los exámenes. Estos criterios incluyen la evaluación de la adecuación de las respuestas, así como la coherencia, cohesión y corrección gramatical y ortográfica, que deberán representar al menos un 10% de la puntuación en preguntas que impliquen redacción. Además, las comisiones de cada comunidad garantizarán un procedimiento de revisión uniforme en todo el país.
El nuevo formato de la PAU también busca evaluar las competencias reales de los estudiantes más allá de la memorización. Por ello, al menos el 70% de las preguntas tendrán un carácter abierto o semiconstruido, aumentando respecto al modelo anterior, en el que solo el 50% de las preguntas seguían esta modalidad. Las cuestiones estarán orientadas a problemas y situaciones prácticas, relacionadas con ámbitos científicos, artísticos, humanísticos y tecnológicos, y fomentarán la creatividad y el pensamiento crítico.
A pesar de estos cambios, la PAU mantendrá la estructura en dos fases tradicional: una general y obligatoria, donde se realizarán exámenes de Lengua Castellana y Literatura II, Lengua Extranjera II, Historia de España o Filosofía, y una materia específica de segundo de Bachillerato. En regiones con lengua cooficial, se añade un quinto examen correspondiente a dicha lengua. La fase voluntaria permitirá a los estudiantes mejorar su nota con hasta tres materias adicionales o una segunda lengua extranjera distinta.
La duración de cada prueba será de 90 minutos, con descansos mínimos de 30 minutos entre exámenes. La nota final para el acceso universitario se calculará ponderando un 60% la media de primero y segundo de Bachillerato (sin Religión) y un 40% la nota obtenida en la PAU, requiriéndose un mínimo de cinco puntos para superar el acceso.
Con estas modificaciones, la PAU 2025 busca unificar criterios, aumentar la calidad educativa y asegurar que la evaluación refleje las competencias necesarias para el éxito académico y profesional, garantizando a la vez una mayor equidad para todos los estudiantes en España.