Tres detenidos en Cádiz durante las protestas del metal tras el preacuerdo entre UGT y la patronal
La tensión volvió a la avenida principal de Cádiz tras la firma de un preacuerdo del convenio del metal que aún debe ser ratificado por los trabajadores. CCOO rechaza el texto, mientras UGT defiende su contenido.
Tres personas han sido detenidas este lunes 23 de junio en Cádiz durante las protestas protagonizadas por trabajadores del sector del metal, que rechazan el preacuerdo alcanzado en la noche del domingo entre el sindicato UGT y la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Cádiz (Femca). El documento, que plantea un nuevo convenio colectivo para la industria auxiliar del metal, aún debe ser ratificado en asamblea por la plantilla.
A primera hora de la mañana, varios manifestantes se concentraron ante las puertas del astillero de Cádiz capital, mostrando su desacuerdo con el contenido del pacto. Posteriormente, la movilización se trasladó a la avenida principal de la ciudad, donde volvieron a registrarse enfrentamientos con la Policía Nacional. Las cargas policiales se repitieron en distintos puntos, lo que derivó en la detención de al menos tres personas.
El conflicto se mantiene abierto debido a la división sindical. UGT, sindicato mayoritario, fue quien suscribió el preacuerdo, mientras que CCOO se ha desmarcado del texto y ha criticado duramente su contenido. Según ha recordado el sindicato, el acta firmada por UGT señala que el comité de huelga se comprometerá a desconvocar la huelga únicamente si la asamblea de trabajadores refrenda el acuerdo. De momento, CCOO ha adelantado que no está dispuesto a firmar el documento.
Entre los principales puntos recogidos en el preacuerdo figuran una subida salarial equivalente al IPC para 2024 y 2025, el abono de atrasos y la reactivación progresiva del plus tóxico-penoso —eliminado en 2012— hasta alcanzar el 100% en 2032. Además, se establecen nuevas condiciones laborales para los trabajadores fijos discontinuos, un colectivo clave en la industria auxiliar vinculada a los astilleros y grandes empresas del metal.
UGT ha calificado el pacto como “una herramienta de estabilidad y futuro” y destaca que, con él, se recuperan derechos que se habían perdido. La organización sindical subraya que el acuerdo cubre un periodo de ocho años, hasta 2032, y beneficiará especialmente a los operarios asignados a talleres y factorías.
Por el contrario, CCOO considera que el preacuerdo supone un retroceso en derechos laborales, especialmente en lo relativo a los nuevos salarios de ingreso. Desde la organización se insiste en que no puede firmarse un documento que no ha sido debatido ni refrendado por la totalidad de los representantes sindicales.
La jornada de este lunes ha confirmado que, pese a los avances en la mesa de negociación, la crispación en la calle persiste. La decisión final sobre el futuro del convenio queda ahora en manos de los trabajadores, que deberán ratificar o rechazar el preacuerdo en las asambleas previstas. Hasta entonces, no se descartan nuevas movilizaciones ni episodios de tensión.
