La Junta rechaza subir el Impuesto de Sucesiones y defiende su bonificación para proteger a las familias andaluzas
Carolina España asegura que aplicar la propuesta del Banco de España obligaría a muchos ciudadanos a endeudarse o renunciar a la herencia, y defiende que la bajada de impuestos ha aumentado la recaudación en Andalucía.

La Junta de Andalucía ha rechazado de forma tajante la propuesta del Banco de España de eliminar las bonificaciones autonómicas del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Así lo ha confirmado este viernes la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, al advertir de que la medida supondría “un grave perjuicio” para las familias andaluzas, que en muchos casos se verían obligadas a pedir un préstamo para aceptar una herencia o incluso renunciar a ella.
La consejera ha subrayado que Andalucía mantendrá su bonificación del 99% en este impuesto dentro del ámbito familiar, una medida que fue aprobada en abril de 2019 y que, según ha explicado, ha supuesto una auténtica “revolución fiscal” en la comunidad. “No es razonable, ni las familias lo merecen”, ha afirmado España, quien ha recordado que los bienes heredados ya han tributado previamente por IRPF, IVA o Transmisiones Patrimoniales.
La propuesta del Banco de España, incluida en un artículo reciente, plantea la supresión de todos los beneficios fiscales autonómicos en el Impuesto de Sucesiones, lo que en la práctica elevaría su coste a los niveles más altos conocidos. En Andalucía, según cálculos de la Junta, la aplicación de esta medida podría traducirse en una recaudación de unos 1.200 millones de euros, una cifra que triplicaría la obtenida por anteriores gobiernos autonómicos antes de las bonificaciones y multiplicaría por seis la del último ejercicio.
España ha puesto ejemplos concretos para ilustrar el impacto: una persona que herede una vivienda de 200.000 euros en Andalucía no paga actualmente nada por el impuesto. Sin embargo, si se eliminan las bonificaciones, tendría que abonar 28.250 euros. En una herencia de 300.000 euros, la cifra ascendería a 51.398 euros. “Muchos ciudadanos no podrían asumir ese coste y se verían forzados a endeudarse o a rechazar la herencia”, ha señalado.
Además del impacto social, la consejera ha argumentado que la bajada de impuestos ha sido compatible con un aumento de la recaudación. En 2024, Andalucía ingresó 21.525 millones de euros, un 8,5% más que en 2023 y un 30,9% más que en 2018. La media anual de ingresos durante el periodo 2019–2024 fue de 18.356 millones, un 23,2% más que la media entre 2014 y 2018.
Carolina España ha defendido que esta política de alivio fiscal ha incentivado la actividad económica, eliminado trabas burocráticas y atraído a nuevos contribuyentes: “Desde 2018, Andalucía ha sumado 778.000 nuevos declarantes, según los datos del Ministerio”.
En este sentido, ha acusado al Gobierno central de fomentar una presión fiscal “asfixiante”, y ha criticado que España sea “uno de los países de Europa donde más han subido los impuestos y, sin embargo, donde peor funcionan los servicios públicos”. Para la consejera, el modelo andaluz demuestra que es posible “mejorar la recaudación tributaria sin subir los impuestos, con buena gestión e inteligencia”.
Finalmente, la titular de Hacienda ha reiterado que volver al modelo anterior supondría “regresar a una asfixia fiscal que las familias andaluzas no merecen” y ha reafirmado el compromiso del Ejecutivo autonómico con mantener su actual política fiscal.
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