La utilización de casas modulares comenzó como una forma de paliar los efectos de la grave crisis económica que atravesó España. Desde entonces, tanto empresas como particulares han optando por este tipo de construcción alternativa que les permite ahorrar costes y tiempo. Y es que, la edificación industrial se ha triplicado desde el 2014, especialmente en el norte y en el interior peninsular, incrementándose un 40% el presupuesto a proyectos modulares durante los ejercicios 2015 y 2016. Aún así, España se encuentra muy por detrás de países como Estados Unidos donde una de cada tres viviendas son de origen prefabricado.
Siendo la crisis económica el detonante de este auge en el mercado de las casas prefabricadas en España, su consolidación ha de contextualizarse en los importantes beneficios que ofrecen estas construcciones de bajo coste. El aspecto más notorio que caracteriza las casas modulares es el precio, muy por debajo al de la construcción tradicional, debido al ahorro de costes tanto en su fabricación y montaje como durante toda su vida útil.
Casetas de obra, empresa especializada en la construcción modular afincada en Orkoien (Navarra), destaca la gran demanda procedente de provincias como Cantabria, el noroeste peninsular y zonas frías y montañosas. «La demanda en zonas frías no es casualidad. El ahorro energético que suponen las casas prefabricadas puede llegar hasta el 20% al año. Esto lo logramos mediante un estudio geotécnico del terreno previo a la instalación de los módulos que nos permite paliar e incluso eliminar la pérdida de energía», asegura Casetas de obra.
Otra de las características de las casas modulares más apreciadas por las empresas es la rapidez, tanto de montaje como de fabricación.»‘Estas construcciones se producen en factorías, de manera estandarizada, sometidas a estrictos controles de calidad, para finalmente ser trasladados y entregados ‘just in time’ en su ubicación final.»
Las casas modulares pueden fabricarse y estar compuestas de diferentes materiales distintos a la madera: acero, hormigón, PVC, e incluso híbridas. «Todo depende de las necesidades que se presenten tanto en cuestión de preferencias personales como en ubicación», destaca Casetas de obra, añadiendo que «a la hora de decidirse por este tipo de viviendas, los compradores se convencen finalmente por la gran personalización que ofrecemos, tanto en aspectos internos como externos: colores, materiales, formas o diseño. El cliente es quién decide, y esta flexibilidad le permite una gran ventaja frente al mercado de la construcción tradicional».
La madera, material por excelencia de este tipo de construcción, es un material ligero, perfecto aislante térmico, que goza de gran apreciación por su versatilidad y su diminución del impacto medioambiental. Por otro lado, las casas modulares de acero son las más industrializadas, presentando un aspecto robusto. Compuestas de paneles a base de aislante, son muy ligeras, lo que se traduce en un transporte más sencillo y económico. Apenas requieren mantenimiento por su durabilidad y permiten una ampliación posterior económica y sencilla.
Otra opción con una gran demanda son las casas prefabricadas de hormigón, conocidas por su gran resistencia, su durabilidad y por su rápida edificación. Destinadas a habitáculos de grandes dimensiones, ofrecen múltiples opciones en cuestión de diseño. Según Casetas de Obra: «el hormigón es, con diferencia, el material más demandado».
Finalmente, los usuarios pueden optar por las casas modulares de PVC, un conocido y popular derivado del plástico: resistente, longevo y económico.
Según Casetas de Obra ‘otro de los motivos por los que se está popularizando las casetas prefabricadas es porque se recupera con creces la inversión inicial, gracias a la posibilidades que ofrecen de ampliación, reutilización y traslado. Y es que, los módulos son ampliables hasta en 5 alturas.’
Las casas prefabricadas son capaces de dar respuesta a casi cualquier tipo de necesidad. Por eso son utilizadas en sectores diversos: sanidad, industria, educación; ya sea en propiedad o en régimen de alquiler.