La UCA lidera un estudio internacional que identifica los factores que impulsaron la polarización en salud durante la pandemia
La investigación, publicada en Science Advances, analiza 90 estudios internacionales y revela el peso de la ideología, la desinformación y las desigualdades sociales en la respuesta frente a la COVID-19.

Investigadores de la Universidad de Cádiz, adscritos al Instituto Universitario de Investigación para el Desarrollo Social Sostenible (INDESS), han liderado un estudio internacional que examina en profundidad los factores que favorecieron la polarización social en materia de salud durante la pandemia de COVID-19. El trabajo, publicado en la revista Science Advances y dirigido por la investigadora María Camacho-García, constituye la primera revisión sistemática de alcance global dedicada a este fenómeno. También participan Maribel Serrano-Macías, Esther Ortega-Martín y Javier Álvarez-Gálvez, responsable del CS2 DataLab y director del INDESS.
A partir de la síntesis de 90 investigaciones realizadas en distintos países, el estudio proporciona una visión comparada de las causas que intensificaron las divisiones sociales y políticas en torno a medidas sanitarias como el uso de mascarillas, la vacunación o las restricciones. Los autores identifican seis grandes determinantes interrelacionados: la ideología política y el partidismo, la propagación de desinformación y noticias falsas, el papel de las redes sociales y sus algoritmos, los niveles de confianza en instituciones y profesionales sanitarios, la percepción del riesgo de la enfermedad y de las políticas públicas, y la influencia de factores socioeconómicos como el nivel educativo, la renta o el entorno de residencia.
La investigación subraya que la polarización en salud no puede interpretarse únicamente como un fenómeno político. Según los autores, la confluencia de desigualdades sociales previas, dinámicas psicológicas, brechas económicas y la rápida circulación de contenidos engañosos generaron un escenario en el que la desconfianza hacia la ciencia y las instituciones creció de forma notable. Esta erosión de la confianza, advierten, redujo la eficacia de las medidas de salud pública y amplificó las desigualdades en la incidencia y el impacto de la enfermedad.
El estudio señala que estas divisiones pueden resultar tan perjudiciales como el propio virus, al dificultar la coordinación social ante futuras emergencias sanitarias. Por ello, comprender los mecanismos que alimentan la polarización se considera esencial para mejorar la comunicación pública, diseñar estrategias basadas en evidencias y fortalecer la resiliencia social frente a la desinformación.
Entre las implicaciones prácticas destacadas por los investigadores se encuentra la necesidad de reforzar la alfabetización digital y científica de la población, estrechar la colaboración entre medios de comunicación y autoridades sanitarias y promover mensajes institucionales capaces de trascender las diferencias ideológicas para reconstruir la confianza colectiva.
El estudio forma parte del proyecto NETDYNAMIC, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MCIN/AEI) y por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation EU/PRTR.
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