La Guardia Civil investiga a un motorista por circular 15 kilómetros en sentido contrario por la AP-4 y poner en grave riesgo la seguridad vial.

La Guardia Civil ha iniciado diligencias e investiga a un motorista por circular 15 kilómetros en sentido contrario por la AP-4, una conducta que puso en serio riesgo a los usuarios de esta autovía que conecta las provincias de Cádiz y Sevilla. Los hechos tuvieron lugar el pasado 21 de noviembre, cuando numerosos conductores alertaron a los agentes tras ver un ciclomotor circulando hacia Cádiz por los carriles destinados a la circulación en dirección a Sevilla.
Las primeras llamadas se registraron en torno al kilómetro 85 de la AP-4, a la altura de la provincia de Cádiz. Ante la gravedad de las alertas y el riesgo de un siniestro de gran impacto, el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil activó de inmediato un dispositivo de corte de circulación con el fin de evitar colisiones frontales y garantizar la seguridad de los conductores.
El dispositivo permitió detener la marcha del ciclomotor y poner fin a la circulación en sentido contrario, una maniobra considerada de temeridad manifiesta según recoge el Código Penal. El motorista fue identificado y puesto bajo investigación por la Unidad de Investigación de Seguridad Vial, responsable de instruir las diligencias en este tipo de infracciones penales.
Investigación por un delito contra la seguridad vial
La investigación a un motorista por circular 15 kilómetros en sentido contrario por la AP-4 se enmarca en el artículo 380 del Código Penal, que castiga la conducción con desprecio por la vida de los demás usuarios de la vía. Este delito está penado con prisión de seis meses a dos años, además de la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un periodo de uno a seis años.
La Guardia Civil subraya que conducir en sentido contrario en una autovía es una de las conductas más peligrosas que pueden darse en la red viaria. La velocidad de los vehículos que circulan correctamente, sumada a la imposibilidad de anticipar un obstáculo frontal, convierte este tipo de maniobras en un riesgo extremo, capaz de provocar accidentes de consecuencias fatales.
Los agentes de Tráfico recuerdan que, en la mayoría de los casos, la circulación en sentido contrario suele estar vinculada a errores graves de conducción, distracciones, intoxicación por alcohol o drogas, o actuaciones voluntarias que incumplen deliberadamente las normas de seguridad.
Un dispositivo urgente para evitar una tragedia
El despliegue del operativo actuó con rapidez para garantizar la seguridad del tráfico en la AP-4, una de las principales vías de comunicación entre Cádiz y Sevilla y con un elevado volumen de vehículos. Los cortes preventivos realizados por los agentes permitieron frenar el avance del motorista sin ocasionar accidentes durante los 15 kilómetros en los que circuló en sentido contrario.
El ciclomotor fue interceptado sin daños materiales ni heridos entre los usuarios de la vía, lo que la Guardia Civil ha calificado como una “situación resuelta sin consecuencias gracias a la actuación coordinada y las alertas ciudadanas”.
Tras su identificación, la Unidad de Investigación de Seguridad Vial ha completado la instrucción de diligencias, que serán remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de Puerto Real, órgano competente para continuar con el procedimiento penal.
La Guardia Civil insiste en la importancia de la colaboración ciudadana
El instituto armado ha destacado la relevancia de los avisos de los usuarios de la AP-4, cuyas llamadas permitieron detectar de inmediato la presencia del ciclomotor y activar el dispositivo de seguridad. La colaboración ciudadana es, según la Guardia Civil, un elemento clave para identificar los riesgos en carretera y actuar con rapidez para prevenir siniestros.
Asimismo, ha recordado que la circulación en sentido contrario aparece catalogada como una de las infracciones más graves en el ámbito de la seguridad vial, y su persecución penal busca precisamente disuadir comportamientos que puedan comprometer la vida de terceros.
Con esta actuación, la Guardia Civil reitera su compromiso con la vigilancia de las vías de alta capacidad y la prevención de conductas temerarias que puedan provocar accidentes de consecuencias irreparables.
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