Transcurridos nueve años ya desde la firma de su último Convenio Colectivo, y tras dos años de infructuosas negociaciones, los/as trabajadores/as del Casino de El Puerto de Santa María consideran que la única vía para conseguir su objetivo es la movilización, ya sea mediante paralizaciones de actividad programadas o incluso huelga. Aunque –en virtud de las manifestaciones declaradas a este medio por parte del Comité de trabajadores- esta última no es la opción que hubieran deseado, por el perjuicio que entraña tanto a clientes como a la propia plantilla.
El objetivo de la plantilla no es otro que el de actualizar sus salarios a las condiciones de vida actuales, ya que estos permanecen congelados desde el año 2009. Durante los años más duros de la crisis, los trabajadores/as han asumido un Expediente de Regulación de Empleo, con la consiguiente pérdida adquisitiva y, por tanto, con la pérdida de su prestación por desempleo. La crisis se salda con un plan de prejubilación para la plantilla más veterana, para el que la empresa pone sobre la mesa 1.900.000€ y que, según manifiesta el Comité, ha quedado ya amortizado, en el transcurso de estos tres años, por el ahorro en costes salariales.
Actualmente la empresa sigue argumentando que ante la deuda que soporta resulta imposible aumentar, aunque sea levemente, los salarios de su plantilla actual; plantilla que, por cierto, ha disminuido de 60 a 49 personas, de las cuales, las jornadas reducidas han pasado de suponer, en al año 2007, un 13% de la platilla total a un 40% en el año en curso. Por tanto, a juicio de sus trabajadores/as, sus beneficios empresariales han aumentado, como así lo demuestran los datos mercantiles presentados.
El Comité considera que en el contexto económico actual, mucho más favorable, los esfuerzos de la plantilla son ya más que suficientes para ser recompensados con una actualización de sus salarios y ésta se mantiene unida, firme y dispuesta a todo para conseguir lo que creen que es justo.