La firma del convenio colectivo de la empresa concesionaria de recogida de residuos y limpieza viaria, Sufi Cointer, en el despacho de Alcaldía escenificó el conflicto que se vive en el seno del Comité de Empresa. Cinco de los trece miembros del Comité aprovecharon la presencia de los medios para poner de manifiesto sus discrepancias con el texto, abandonando la estancia sin rubricar el documento. Finalmente el texto fue apoyado por ocho delegados, siete de UGT y uno de CSIF, mientras que los cuatro de CC.OO. y uno de CSIF formaban parte del bando disidente.
El caso de CSIF es el más curioso, no solo por la división interna que propició tener un delegado en cada bando, si no porque en la misma mañana del viernes desde el sindicato remitían una nota argumentando la negativa de su representante a la firma del convenio, sin mencionar en ningún momento la existencia del otro delegado.
El motivo fundamental de discrepancia, según Agustín González de CCOO, ha sido el artículo de movilidad funcional, que en su opinión «era lesivo para los trabajadores». A esto se ha unido la denuncia de este mismo portavoz que argumentaba que el texto firmado en la mañana de este viernes difería del que se aprobó en la Comisión Negociadora. Por su parte, José Manuel Cuadrado, de CSIF, se ha quejado del escaso apoyo mostrado por el Equipo de Gobierno cuando les han puesto de manifiesto las irregularidades que según este grupo se estaban cometiendo en la redacción del convenio. Ambos representantes han asegurado que acudirán a la justicia para denunciar el texto.
El convenio solo estará vigente unos meses, hasta marzo de 2019, porque aunque se contempla un periodo de vigencia de tres años, este tiempo comenzó a contar en 2016, contemplando subidas salariales del 1,5 por ciento anual con caracter retroactivo desde entonces, además de la incorparación de personal a la plantilla. Hay que recordar que la plantilla de limpieza ha cumplido ya siete años sin mejoras en el salario.
El alcalde de Cádiz, José María González, se ha sentido orgulloso de haber contribuido a que sea posible la firma de este convenio, si bien “eso no quiere decir que hayamos llegado a un punto muerto y que terminen aquí las reivindicaciones de los trabajadores, ni muchísimo menos”. En este sentido, ha agregado que desde el Equipo de Gobierno “siempre animamos a los trabajadores a reivindicar sus derechos” y a que puedan desempeñar su labor “en condiciones justas y dignas”
En el lado de los que sí han apoyado este texto, tanto el presidente del Comité de Empresa, José Manuel Cantarero de UGT, como el representante de CSIF Juan José Montesinos han señalado que se trata de un convenio “bastante bueno” del que se sienten “orgullosos”, ya que, entre otras cuestiones, implica la recuperación de poder adquisitivo además de la recuperación de derechos laborales. Por ello, aunque reconocen que hay posibles mejoras, los representantes sindicales estiman conveniente abordarlas en la negociación del próximo convenio. Cantarero ha justificado la actitud del grupo disidente en la cercanía de las elecciones sindicales, por lo que «estarán jugando sus bazas».