El Ilustre Colegio de Abogados de Cádiz celebra en estos días los actos con motivo de sus Fiestas Patronales, La Inmaculada Concepción. El programa dio comienzo en la Audiencia Provincial donde 42 nuevos abogados procedieron a realizar la Jura o Promesa. Se trata de un acto de gran trascendencia el que cada año celebra el ICAC ya que supone el acceso de los nuevos profesionales a la práctica de la Abogacía y su integración en el colectivo profesional que les ampara.
Desde el Ilustre Colegio de Abogados de Cádiz destacaron la importancia que para los nuevos letrados supone esta incorporación al Colegio Oficial como nuevos colegiados como inicio de su trayectoria profesional.
De igual modo, el Ilustre Colegio de Abogados de Cádiz hizo entrega en el Palacio de Congresos de la capital de las medallas a los letrados que cumplen sus Bodas de Plata y de Oro en el ejercicio de la profesión, además de la medalla Al Mérito.
Más de medio centenar de abogados del Colegio de Cádiz recibieron estos homenajes. Por su parte, los letrados a los que el Ilustre Colegio de Abogados de Cádiz otorga las medallas al Mérito Colegial son los siguientes: D. José Luis Suárez Villar, D. Luis Suárez Ávila, Dña. Pilar Ramírez Filosía, Dña. Mª Luisa Mayor Mensua, y D. Felipe Meléndez Sánchez.
El letrado José Ignacio Quintana fue el encargado de pronunciar unas palabras en nombre de todos los abogados homenajeados con las medallas de las Bodas de Oro y Plata. Quintana quiso valorar este reconocimiento que establece el colegio frente “al poco reconocimiento público que hoy día recibe el ejercicio de la Abogacía”, poniendo como ejemplo el Turno de Oficio.
En nombre de los abogados acreedores de la medalla al Mérito Colegial, se dirigió al auditorio José Luis Suárez Villar, veterano letrado del ICA Cádiz con 56 años de profesión a sus espaldas. Suárez Villar fue rotundo en sus palabras y citó a un antiguo colegiado, nada menos que a José María Pemán: “No hay mayor virtud que la de hacer lo que uno tiene que hacer, y eso hacemos nosotros los abogados”, espetó.
El decano del ICAC, Pascual Valiente, procedió con su intervención a poner fin al acto. En primer lugar, se dirigió a esos 42 abogados que se inician en la actividad, para los que pidió “respeto” del mismo modo que ellos “deben respetar a los abogados de la parte contraria y a los miembros del tribunal”. Valiente felicitó los abogados que recibían las medallas de las Bodas de Oro y Plata y ensalzó el papel de la Abogacía como una profesión “humanista y que humaniza”, que se lleva a cabo con “toda la emoción”. Para los cinco letrados que recibieron la medalla al Mérito Colegial tuvo también palabras de elogio, ensalzó sus trayectorias y afirmó que “son un ejemplo para todos los compañeros del Colegio”.
Tal y como Pascual Valiente afirmó, “no estaba en el programa”, pero no faltaron unas palabras para el secretario del ICA Cádiz, José Mendoza Ruiz, por su dedicación y vocación de servicio, justo cuando dentro de poco cederá su testigo a su sucesor en el cargo, Manuel Rodríguez-Piñero Pavón.
Y para concluir, Pascual Valiente se refirió a dos importantes efemérides que se conmemoran este año 2018 próximo a terminar: por un lado, el 40º Aniversario de la Constitución Española de 1978, a la que definió como “la herramienta fundamental que los abogados aplican con su trabajo”, y, por el otro, el 70º Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humano, en un año marcado por las crisis migratorias, donde el papel de la abogacía a la hora de asistir a las personas que abandonan sus hogares en busca de un futuro mejor se ha visto fundamental a la hora de cuando estas personas llegan a nuestro país.
Una vez finalizada la ceremonia de entrega de medallas, tuvo lugar una Misa en la Iglesia de San Juan de Dios por los compañeros fallecidos y un almuerzo en el Parador Hotel Atlántico puso fin a las Fiestas Patronales de la Abogacía Gaditana con una velada de confraternización.