Y no me refiero a la irresponsable actitud del señor Rajoy, hurtándonos de un gobierno y dejando aparcado durante meses las soluciones a las insostenibles situaciones que han provocado durante sus cuatros años de gobierno, ni tampoco a que nos se haya hurtado la posibilidad de elegir a nuestro Jefe del Estado, ni siquiera a los millones que se han llevado a paraísos fiscales, ni todo los que nos han robado con los millares de casos de corrupción.
Me refiero a la falta de hay libertad económica que sufre nuestro país, porque la podredumbre extendida por todo el sistema hace imposible competir. Nos han impuesto con sus políticas salarios “españoles” para pagar productos a precios “europeos”.
Es decir, seguimos cobrando en pesetas, pero ahora pagamos en euros, en lo que ha sido una de las mayores estafas económicas de la historia.
Con el cambio al euro, si hubiera verdadera libertad económica, tenían que haberse producido en primer lugar una convergencia gradual en salarios con respecto a nuestros equivalentes europeos, y además si nuestros productos se venden en Europa con total libertad y a precio europeo parte de ese incremento en precio se debería por fuerza trasladar al salario del trabajador, porque en caso contrario cualquiera que viene de fuera a competir en nuestro país se lleva a los mejores trabajadores pagando un mejor salario y robando cuota a los productores nacionales.
No ha ocurrido nada de esto. ¿Por qué? Porque no hay libertad para competir si no perteneces a la casta caciquil.
Y tendría que haberse producido una reducción de precios, porque los mismos artículos se venden por productores europeos en sus respectivos países con un descuento significativo con respecto al precio que pagamos aquí.
Tampoco ha ocurrido, dándose casos verdaderamente escandalosos, por ejemplo, que los alemanes compren las mejores naranjas valencianas a un precio más barato que el que los españoles pagamos aquí por las naranjas marroquíes.
Por ejemplo, que las grandes cadenas de distribución cobren en muchas ocasiones precios superiores a los de la tienda de barrio.
Y mientras nos siguen robando, seguimos pendientes de las negociaciones de Rajoy y Rivera, o lo que es lo mismo las dos medias naranjas de la derecha española, hecha a la medida para seguir robándonos a todos los españoles.
Y si faltara poco para este zumo agrio y repugnante que es la política española, se unen a la fiesta los barones del PSOE abogando por un gobierno del PP para que nada cambie en nuestro país y los ladrones sigan siendo los mismos y las victimas todos nosotros. ¿Hasta cuándo lo vamos a permitir?