El empate del Numancia al filo del descanso y la rigurosa expulsión de Salvi Sánchez sacan del partido a un Cádiz que no pudo luchar contra el Numancia y el colegiado
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Ni el Cádiz había perdido esta temporada en el Ramón de Carranza ni el Numancia había ganado en Cádiz en toda su historia. Pero un cúmulo de circunstancias se alineó para que las estadísticas se fueran al traste este sábado.
De un lado el propio Cádiz, cometiendo errores a los que la afición no está acostumbrada. Del otro el colegiado Ávalos Barrera, que apreció en el monitos del VAR lo que nadie más vio. Y en medio el Numancia, que supo aprovecharse de la situación para pescar en aguas revueltas.
El gol de Alberto Perea a los trece minutos en nada hacía presagiar lo que más tarde secedería. El de Albacete recibió el balón en la frontal del área soriana y con toda la parsimonia del mundo se paseó sin que ningún defensa le saliera al paso hasta encontrar posición de disparo desde la que batir a Dani Barrio.
Con ventaja en el marcador el Cádiz afrontaba un encuentro tranquilo, casi de trámite, hasta que en el minuto 41 Derik remata de cabeza a placer un saque de esquina para devolver el empate al marcador. Inexplicable que nadie en la defensa amarilla se percatara de la soledad del numantino en el interior del área cadista.
Con empate a un gol se llegó al descanso y tras reanudarse el encuentro llegó la remontada del Numancia y el hundimiento amarillo. Sería en el minuto 52 cuando el colegiado catalán amonestara con cartulina amarilla a Salvi por pisar a Moha -no confundir con el que vistió de amarillo hace dos temporadas- en una acción que parecía intrascendente. La sala del VAR apercibe al colegiado para que revise la jugada en el monitor por si fuese susceptible de merecer la expulsión del sanluqueño. Hay que decir que unos minutos antes el propio Salvi había sido derribado en el área numantina sin que la voz de los «supertacañones» se decantasen por la pena máxima. Ávalos Barrera observa la jugada y no lo duda, Salvi a la caseta.
Con un hombre menos el empate hubiera sido un buen resultado pero Espino comete una falta que no venía a cuento sobre Calero poniendo las cosas aún más complicadas. El colegiado señaló tiro libre en un primer momento pero los del VAR, con buen criterio, corrigieron la posición decretando el penalti. Curro no falló adelantando a los sorianos y consumando la remontada.
Para más inri el propio Curro volvió a marcar un minuto más tarde poniendo el partido aún más difícil para los amarillos. El Cádiz no se rindió y en el minuto 77 Querol acortó distancias interceptando una cesión de Héctor a su guardameta y poniendo el marcador en 2-3.
Los amarillos creyeron en la machada y se volcaron al ataque pero Higinio en el minuto 89 acabaría con las esperanzas cadistas marcando el cuarto tanto para los sorianos.