La comparsa de Borja Romero regresa a la fase de cuartos de final. Un grupo que alterna pases con cojonazos alternativamente. La actuación ha sido buena en líneas generales pero ya en cuartos se nota que este año tampoco van a llegar más lejos. Una pena porque el conjunto de voces es una maravilla.
El primer pasodoble a la violencia de género, pidiendo a aquellas mujeres que no denuncian a sus agresores que lo hagan al menos para proteger a las demás mujeres. El segundo, al pregonero, lo cantan con el protagonista sobre el escenario. Todo vale para arañar unos puntitos.
Las cañas se vuelven lanzas en el primer cuplé donde le dan caña a David Palomar, esta vez sin él en escena. Por la espalda, como gusta en Cádiz.