La Guardia Civil ha clausurado una peluquería clandestina que se había instalado en un garaje particular en la localidad gaditana de Puerto Serrano y que funcionaba careciendo de cualquier tipo de autorización administrativa para ejercer.
En el momento de la intervención, se encontraban en su interior el peluquero que la regentaba y cuatro clientes. Todos ellos han sido denunciados por vulneración de la normativa que regula los desplazamientos y práctica de actividades comerciales durante la vigencia del estado de alarma decretado por el COVID-19.