La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía (FSS-CCOO Andalucía) denuncia la escasa fiabilidad de los test que se están empleando en la detección del Covid-19 y los serios problemas de seguridad derivados de las múltiples incidencias con el uso de mascarillas defectuosas en el Servicio Andaluz de Salud (SAS)
La campaña en la que se ha embarcado la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, ampliamente difundida en los medios de comunicación, con la realización de test masivos de muy dudosa fiabilidad, se enmarca en un contexto en el que la tasa de profesionales sanitarios contagiados en Andalucía con respecto al total de la población contagiada (3.280 profesionales, un 22,40%) es superior a la media estatal (19,54%) aun siendo Andalucía la tercera comunidad autónoma con menor tasa de contagios sobre la población total, muestra inequívoca de las relevantes deficiencias en materia de prevención que se registran en los centros de trabajo.
Ante esta situación, CCOO ha defendido la conveniencia de realizar test de detección de la máxima calidad y fiabilidad antes de la reincorporación de la totalidad de la plantilla. “La realización masiva de test, cuya sensibilidad es limitada, no puede servir para extender una falsa sensación de seguridad entre los trabajadores y las trabajadoras, por lo que su uso debe encaminarse a conseguir una imagen lo más certera posible de cómo está el personal del sistema sanitario, contribuyendo así a reforzar la principal línea de defensa contra posibles rebrotes de contagios”, afirma el secretario general de la FSS-CCOO Andalucía, Humberto Muñoz.
Ante la inminente desescalada en la que va a estar inmerso el Servicio Andaluz de Salud, la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Andalucía ha trasladado a la Administración sanitaria su preocupación por las evidentes deficiencias en la seguridad y salud que están sufriendo los profesionales. En
este sentido, el dirigente sindical recuerda que en pocas semanas se han detectado cuatro lotes de mascarillas defectuosas y uno con la fecha de caducidad ampliamente rebasada y que “se había intentado ocultar de manera deliberada”. Igualmente, sostiene que “se plantean serias dudas” sobre la fiabilidad de los test rápidos que se están realizando, puesto que en un alto porcentaje están dando resultados negativos incluso en profesionales que previamente habían sido diagnosticados clínicamente y dado positivo en las pruebas de PCR.
Esta organización sindical ha manifestado en el ámbito de la Mesa Sectorial de Sanidad, tanto en la sesión celebrada el 30 de abril como en la que tuvo lugar ayer, 6 de mayo, la necesidad de contar con una dotación adecuada y suficiente de equipos de protección individual (EPI) y de garantizar la formación adecuada sobre su manipulación para minimizar al máximo los riesgos de los profesionales. De hecho, los trabajadores se encuentran ante una realidad en la que no tienen garantizada su seguridad al no haber un control total sobre la calidad de los EPIs que se suministran a la plantilla, ni sobre las donaciones que llegan a los centros de trabajo, debiéndose implantar siempre sistemas de registro de la entrega y controles de calidad de este material con los que se acredite la trazabilidad del mismo y se asegure la identificación del personal que lo ha utilizado.
“Estas deficiencias dificultan la investigación de los casos y de los contactos, algo esencial pero que a día de hoy no se hace de manera sistemática, a pesar de que es imprescindible un seguimiento por parte de las unidades de vigilancia de la salud al personal afectado, labor para la que sería muy positivo el incremento de los recursos humanos de estas unidades, que en la actualidad están desbordadas por el ingente trabajo que les llega diariamente”, mantiene el líder sindical.