Adrián Martínez de Pinillos, yo con ese apellido sería de derechas pero este chico ha cuajado en rojeras, ha puesto una denuncia para que se investigue el tema de los materiales de Cadiz Conecta. Resulta que en esa empresa municipal han descubierto que falta material tecnológico, o como se llamen esos cacharritos, valorado e más de cien mil euros. Realmente una minucia para los niveles de magui a que nos tienen acostumbrados los del PP. Hay quien dice que en Cádiz no ha pasado como en Valencia o en Madrid donde la cosa ha sido a saco y en sacos. Ingenuamente lo achacan a un mayor nivel de honradez, pero me da a mi que como en Cádiz hay de siempre mucha ruina tampoco hay mucho de donde sacar, sea en blanco o en negro, ruina. Estos chicos de PCSSP, léase porcadizsisepuede todo seguido y sin respirar, van administrando los pelotacitos peperos de tres en tres meses más o menos. El penúltimo fue el de la Visa del Gerente de Cádiz Conecta y sus gastos suntuarios. La concejala María Romay desgranaba los gastos en prensa, que si tanto en navidad, que si tanto en hoteles, que si cuanto en comilonas, eso lo dice mucho y lo remarca, no entiendo como si a ella no la invitaran nunca a comer, o cenar, que es una chica bastante mona. Se ve que ya no hay caballeros ni siquiera en los más puros reductos de las izquierdas. Bueno, que me pierde la galantería y eso a ustedes no les interesa, vuelvo a la guerra de las cifras y llamo su atención sobre dos conceptos distintos de ver la gerencia de una empresa pública. La del PP es la tradicional de nuestras derechas de toda la vida, esta empresa por pública que sea es mía y yo la administro como me pete y por derecho divino. Y entonces van y dicen que si hay que tener una visa para las comidas de negocios, obsequios para las señoras de los mejores clientes, viajar en primera que en turista es de pobres y un etcétera largo en este mismo sentido, el de yo me lo merezco. La nueva izquierda, la emergente, tiene otro enfoque para esto de las gerencias y es que todo lo que no sea almuerzo de menú baratito y la Línea 2 de los trolebuses es despilfarro. Una palabra que no se les cae de la boca, todo es despilfarro. Uno que ya es mayor y hombre de mundo, no es por presumir pero me bandeo bien tanto en aldeas como en palacios, algo así como el Tenorio pero con menos éxito con las mujeres y retomo que me disperso, pues que en estas cosas hay justos términos medios. Hay gastos de relaciones públicas y también hay que viajar, por supuesto que a veces se precisa una tarjeta para esta cosas. Pero la clave está en la mesura y la conciencia de que son recursos de todos y deben orientarse a obtener beneficios para lo público. Ni la política manirrota ni la miseria. No sé si me explico que me he puesto demasiado serio al final. Aunque hay algo en toda esta cadena de escándalos provincianos, triste destino el nuestro abocados a la permanente provincianidad, que realmente me resulta divertido. Lo del cuñado de Romaní, Nacho para el gran timonel que lleva al PSOE de Cádiz a la ruina, y es que cuando un cuñado entra en escena la cosa ya va de echarse unas risas sin fumar nada. No hay chiste ibérico familiar sin cuñado, ni negocio con tangada en que no ande de por medio un susodicho. El cuñado de Romaní ha hecho su entrada triunfal en la pequeña historia de la política gaditana ¡Larga vida a los cuñados! Ruego a Porcadizsisepuede que nos ilustre un poco más de las andadas del Cuñadísimo, advierto a los viejos del lugar que no confundan con el cuñado por excelencia y de su Excelencia.
En fin que andamos en días de miniescándalos y cuñados, de gafas espía y visas, facturas de comilonas, en un viaje veraniego entre Anacleto, aquí tuvo aje el alcalde a pesar de ser comparsista, y Mortadelo y Filemón. Uno no deja de añorar esos tiempos en los que al grito y al canto de ¡A galopar!, tengo el disco de Paco Ibáñez y nada de MP3 o coñas de esas, lo que se pretendía era tomar el Palacio de Invierno, no contar los excesos que ya todos sabemos de nuestra derechas paletas. Yo rogaría a Porcadizsisepuede, y al socio Ganemoscadiz, que nos alegren el final del verano con las aventuras y la contabilidad de los cuñados, el concejal y el industrial de esta plaza. La gente pide un Pepe Gotera y Otilio a gritos, nos merecemos unas risas. Sin fumar.