La retirada del «opaco» proyecto de Sportech del Cádiz CF abre las puertas de nuevo al almacenaje de graneles, algunos de ellos tóxicos
Desde ADELANTE ANDALUCÍA PUERTO REAL queremos mostrar nuestra preocupación por el nuevo giro de guion del culebrón que protagoniza desde hace más una década los terrenos ociosos de la antigua DELPHI, dado que a las puertorrealeñas y puertorrealeños se les daba a elegir entre ‘susto o muerte’, lo malo o lo peor, en un macabro destino que suponía, o la instalación de un fantasioso proyecto de ‘industria blanca’ alrededor del deporte, con algunos nombres detrás de oscuro pasado de especulaciones y posibles corruptelas, o que se hiciera realidad el anhelo de la incombustible Teófila Martínez, Presidenta de la Autoridad Portuaria, de construir unos macro-almacenes para el almacenaje de los graneles que se descargan en La Cabezuela, algunos de ellos tóxicos, lo que le sumaría al maltratado barrio del Río San Pedro de otro elemento de contaminación por su flanco sur, lo que prácticamente cerraba un cinturón de polución entre el propio muelle de La Cabezuela, los dos polígonos industriales, la autovía de 6 carriles y los cables de alta tensión que cruzan la barriada de este a oeste.
Desde ADELANTE ANDALUCÍA nunca terminábamos de ver con buenos ojos ese gigantesco proyecto de ‘ciudad tecnológica del deporte’ que nos presentaba el Presidente del Cádiz C.F.S.A.D., personaje siempre ávido de cierto populismo envuelto en la bandera amarilla y azul, pero, de haberse hecho realidad sin ningún contenciosos judicial de por medio, algo que se intuía complicado, al menos iba a desarrollar una zona que actualmente es un páramo de escombros y yerbajos dentro de un polígono donde el chabolismo industrial es una lamentable realidad.
Con el anuncio de SPORTECH de marcharse al polígono Las Salinas de El Puerto de Santa María no se diluyen las dudas sobre la viabilidad o posible especulación de este proyecto, del cual ADELANTE ANDALUCÍA estará vigilante, pero se abre un nuevo capítulo en Puerto Real de lucha social y vecinal para impedir que Teófila Martínez haga realidad su último capricho a pesar del coste que pudiese originar en la salud de los vecinos del Río San Pedro y, aunque algo más retirado, del barrio de Marina de la Bahía.