Alrededor de 140 mujeres de El Puerto de Santa María participan en los Grupos Socioeducativos del Centro de Salud Puerto Sur

Un total aproximado de 140 mujeres de El Puerto de Santa María han formado parte a lo largo de las 14 ediciones de los Grupos Socioeducativos desarrollados en el Centro de Salud Puerto Sur. Esta actividad tiene como objetivo principal dotar a las participantes de herramientas y habilidades sociales que les permitan enfrentar con éxito los retos y dificultades de su vida cotidiana, mejorando así su salud mental.
Los Grupos Socioeducativos, organizados desde el Centro de Salud Puerto Sur, son una estrategia colectiva que trabaja sobre los talentos y recursos personales para fomentar factores protectores de salud mental. Esta iniciativa forma parte del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía (PISMA), centrado en la promoción de la salud y la prevención de trastornos mentales.
Cada edición cuenta con la participación de entre 6 y 12 mujeres adultas, en su mayoría con edades comprendidas entre los 30 y 65 años, quienes acuden al centro con diversas problemáticas relacionadas con dificultades para afrontar situaciones adversas. La última edición, celebrada entre mayo y junio, se compuso de 11 sesiones conducidas por la trabajadora social Carmen Párraga y contó con el apoyo del Equipo Básico de Atención Primaria, que interviene en la derivación y asesoramiento sobre recursos disponibles.
El programa utiliza técnicas variadas como dramatizaciones, relajación, respiración y musicoterapia, con el fin de que las participantes descubran y potencien sus habilidades personales para afrontar el día a día de manera saludable. Se abordan temas como autoestima, comunicación, gestión emocional, resolución de conflictos, análisis de proyectos de vida y empoderamiento. Además, se trabaja de forma transversal sobre activos personales y comunitarios, adaptando el contenido a las preocupaciones que surgen durante el proceso grupal.
Según explica Carmen Párraga, la trabajadora social responsable del programa, “cada año se confirma que esta estrategia ayuda a las mujeres a tomar conciencia de sus capacidades y a mejorar su bienestar mediante la adquisición de habilidades para afrontar sus malestares”.
Este enfoque contribuye a fortalecer la salud mental de las participantes y a prevenir futuros trastornos, fomentando una mejor calidad de vida y autonomía en el entorno cotidiano.