Cómo reducir riesgos de adicción y gastos excesivos en videojuegos entre menores
La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía recomienda supervisión, uso responsable y control parental para prevenir problemas asociados al uso de videojuegos.

La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía ha alertado sobre los riesgos que pueden generar los videojuegos, especialmente en menores de edad y adolescentes, en el marco del Día Mundial del Videojuego, celebrado el 28 de agosto de 2025. Aunque los videojuegos aportan beneficios como el desarrollo cognitivo, la mejora de habilidades y la socialización, su vertiente online y las microtransacciones pueden derivar en adicción y gastos excesivos.
Desde Consumo se insiste en la importancia de un uso responsable y saludable de los videojuegos, destacando la necesidad de que padres, madres y tutores supervisen las compras realizadas dentro de los juegos y el tipo de contenidos a los que los menores están expuestos. Las microtransacciones, las cajas de botín o “loot boxes” y otros sistemas de pago dentro del juego pueden generar un consumo económico elevado, que en casos extremos podría derivar en ludopatía.
Una herramienta clave para orientar la compra de videojuegos es la información que proporcionan los etiquetados y fichas técnicas digitales. El sistema PEGI clasifica los juegos en cinco categorías por edad: PEGI 3, PEGI 7, PEGI 12, PEGI 16 y PEGI 18, según nivel de violencia, lenguaje, contenido sexual o referencias a drogas. Los descriptores, representados mediante pictogramas, detallan aspectos como violencia, lenguaje soez, miedo, apuestas, sexo, discriminación o compras dentro del juego, permitiendo a los responsables de los menores tomar decisiones informadas.
El control parental, disponible en consolas, plataformas y dispositivos digitales, se recomienda como medida preventiva para gestionar el tiempo de juego, el contenido accesible y las transacciones económicas. Además, se aconseja establecer límites de tiempo, supervisar la actividad de los menores y mantener un diálogo abierto sobre los riesgos asociados al uso inadecuado de los videojuegos.
Los expertos destacan la necesidad de prestar atención a señales de adicción, como jugar a escondidas, dedicar todos los ingresos personales a los videojuegos, renunciar a otras actividades de ocio o interesarse por otras formas de apuestas. Asimismo, la evolución social de los videojuegos implica riesgos adicionales, como el ciberbullying o el grooming, que requieren vigilancia constante por parte de los adultos responsables.
En conclusión, la Junta de Andalucía subraya que un uso informado, supervisado y moderado de los videojuegos puede potenciar sus beneficios, mientras que la falta de control incrementa los riesgos de adicción, exposición a contenidos inadecuados y gastos económicos excesivos. La educación digital y la implicación de los responsables legales son fundamentales para garantizar un entorno seguro y saludable para los menores de edad en el mundo del videojuego.
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