Trabajadoras denuncian el abandono en infraestructuras y recursos humanos tras un año sin soluciones desde la visita del alcalde Bruno García y el concejal Pablo Otero

La Escuela Infantil Municipal de Cádiz atraviesa una situación crítica en cuanto a sus instalaciones y la gestión de recursos humanos, según denuncian las trabajadoras del centro y el sindicato Autonomía Obrera. A más de un año desde la visita del alcalde Bruno García y el concejal Pablo Otero, las promesas para solucionar los problemas detectados continúan sin cumplirse.
En marzo de 2024, el alcalde y el concejal realizaron una visita institucional a la escuela, donde se comprometieron públicamente a mejorar la falta de personal y las deficiencias en las instalaciones. Sin embargo, tras el curso escolar completo, las condiciones han empeorado, con humedades, grietas, óxidos y patios en estado peligroso, según reflejan fotografías facilitadas por el sindicato.
El centro no solo presenta un deterioro estructural, sino que también sufre una grave falta de gestión en recursos humanos. La sustitución de bajas, vacantes y reclasificaciones se demora meses, lo que genera una sobrecarga en el personal restante. Esta situación repercute negativamente en la labor educativa, limitándose al cuidado básico de los niños y niñas, a pesar de las recomendaciones de la inspección educativa de la Junta de Andalucía.
Además, el personal ha asumido funciones impropias, como la lavandería y la adquisición de materiales y juguetes usados, e incluso el centro carece de equipamiento básico, como un equipo de música para actividades infantiles. Tampoco se ha implantado el simulacro del plan de evacuación elaborado por Protección Civil, lo que pone en cuestión la seguridad del centro.
Frente a esta realidad, las trabajadoras han decidido que no continuarán en estas condiciones en el próximo curso escolar. Han dado un plazo hasta septiembre para que se subsanen las deficiencias y se garantice el inicio del curso con unas condiciones dignas.
El sindicato Autonomía Obrera acusa al alcalde Bruno García y al concejal Pablo Otero de «dejación» y abandono intencionado de este servicio público esencial en la capital gaditana. La gestión deficiente de la Escuela Infantil Municipal no solo afecta a los trabajadores, sino también a las familias que confían en el centro para la educación y cuidado de sus hijos.