Cruz Roja y Hacedores Cádiz reúnen a un centenar de personas sin hogar en una cena solidaria con sabor a dignidad
La sede de Cruz Roja en Jerez acoge la tercera edición de esta iniciativa estival, con un menú elaborado por el chef Javier Muñoz y el apoyo de empresas y voluntariado comprometido con la inclusión social
Una noche para recordar. Cerca de un centenar de personas sin hogar participaron este miércoles 25 de junio en la tercera edición de la cena solidaria de verano organizada por Cruz Roja en Jerez y la plataforma Hacedores Cádiz. El evento, celebrado en el patio de la sede local de la entidad humanitaria, volvió a convertirse en un espacio de convivencia, alegría y dignidad compartida.
El reconocido chef jerezano Javier Muñoz, del restaurante La Carboná y miembro de #HacedoresCádiz, fue el encargado de diseñar un menú especial para la ocasión. En colaboración con el proyecto Cocina Solidaria de Rota, ofreció a los asistentes una experiencia culinaria de primer nivel: salmorejo con guarnición, pescado a la roteña, carrillada de ternera en salsa y un postre de yogur griego con frutos secos y miel.
Esta iniciativa solidaria, que suma ya tres ediciones en verano y alcanzará su quinta edición navideña en diciembre, tiene como principal objetivo ofrecer a las personas en situación de exclusión social una cena distinta, que vaya más allá del plato de comida. “Queremos que se sientan valoradas, respetadas y parte de la comunidad”, explican desde Cruz Roja, que subraya el valor emocional de este tipo de acciones.
El evento contó con el respaldo de empresas locales como Jupe, GarsilPesca y Tufruta, que donaron productos para el menú, así como de IKEA Jerez, que decoró el espacio con un ambiente acogedor que hizo aún más especial la velada. El voluntariado de Cruz Roja y miembros de Hacedores Cádiz y Cocina Solidaria se volcaron en servir la cena con dedicación, recibiendo el agradecimiento emocionado de los comensales.
Bajo el lema “Una cena, mil sonrisas”, la convocatoria logró su objetivo: convertir una noche de verano en una celebración de la dignidad humana. Desde la organización destacan el impacto positivo que este tipo de acciones tiene no sólo en las personas beneficiarias, sino también en quienes colaboran: “Es una experiencia transformadora para todos”, concluyen.
