Tanto la lavandería de la Zona Franca de Cádiz como el servicio de lencería y planchado del hospital puertorrealeño están teniendo graves problemas por la no cobertura de bajas y vacantes y el mal estado de la maquinaria
La sección sindical de CSIF en el Hospital Universitario Puerto Real quiere denunciar la carencia de sábanas, pijamas, camisones, toallas y ropa de trabajo limpia que está padeciendo el centro desde hace unas semanas y la “total dejadez de la dirección en resolver esta situación a pesar de que ya se ha comunicado en varias ocasiones”. Resulta que el mal estado de la maquinaria y la falta de personal que sufren tanto el servicio de lecenería y planchado del Hospital puertorrealeño como el de la lavandería central que hay en la Zona Franca de Cádiz, provoca retrasos en la entrega de la ropa limpia.
Hay que recordar que en la planta de la Zona Franca se lava la ropa del Hospital Puerta del Mar, San Carlos, Puerto Real, Jerez de la Frontera y los centros de salud de la Bahía y la Janda, y que CSIF lleva años denunciando los problemas que padecen debido a la poca inversión que realiza el SAS para modernizar la maquinaria (tan antigua que está constantemente estropeada). Esto se suma a la no cobertura de bajas, traslados y sustituciones de personal que hace que las plantillas tanto de Puerto Real (que se encarga de doblar y planchar la ropa del hospital que llega limpia) como la de Zona Franca no den abasto con su labor.
CSIF denuncia que este mes, la plantilla de lencería y planchado del Hospital de Puerto Real, se encuentra con que solo tiene disponible a menos de la mitad de las trabajadoras por el desinterés de la dirección del centro para solucionar el problema. Incluso, falta desde hace semanas la figura de la gobernanta, que se encarga de organizar el trabajo.
La negativa y “oídos sordos” de la dirección a buscar soluciones a esta circunstancia provoca “descontrol, desorganización y malestar en la plantilla”, afectando a los profesionales y, en última instancia, a los usuarios.
CSIF exige al SAS que “deje de mirar para otro lado e invierta recursos para que los centros públicos sanitarios puedan ofrecer el servicio con todas las garantías de calidad, sin sobrecargar al personal”.