La Federación Local de Asociaciones de Comerciantes, Autónomos e Industriales de Cádiz (FACAI) parece dar por buenas las acusaciones de nepotismo que el Partido Popular ha vertido sobre la adjudicación de la pista de hielo de San Antonio. En su perfil de Facebook, la asociación ha compartido el artículo de un medio local con el comentario «Algo Extraño pasa en Cádiz». Algunas horas después en la misma publicación añadían que «La Federación de Comercio dará su versión una vez pase las fiestas, y si tiene mucho que ver ya que la pista y el tobogán fue una propuesta de las Asociaciones de Comerciantes para la dinamización del comercio»
Pero este asunto, que se ha convertido en el culebrón de las navidades, más que una nueva versión lo que necesita son pruebas, o al menos indicios. Es llamativo que se hable de trato de favor en una licitación a la que únicamente se presenta una empresa, por lo que se trataría de un supuesto caso de nepotismo sin damnificados.
Hasta ahora, lo único que puede darse por cierto es lo que se puede extraer de la documentación del procedimiento, que está publicada en el perfil del contratante del Ayuntamiento de Cádiz. Ahí se puede comprobar que Extraice, S.L. fue la única empresa que presentó oferta por el importe de 57.850 euros más IVA, tan solo 1,24 euros menos que el tipo máximo de la licitación.
Además de esto, que está documentado, se sabe que Extraice y Baluarte Producciones han alcanzado algún tipo de acuerdo privado, que se desconoce, por el que esta última empresa se haría cargo de la gestión y vigilancia de las atracciones, según el Partido Popular a cambio del importe de la taquilla.
Llama la atención que si la versión de los populares fuera cierta y Xtraice se daba por satisfecho con el importe de licitación, Baluarte Producciones podría haberse presentado como contratista principal habiendo realizado una rebaja ridícula, pongamos 2 euros, y haber subcontratado a Extraice para que montara y desmontara la pista, con lo que se hubieran ahorrado un montón de especulaciones. El único requisito que les impediría a Baluarte Producciones adjudicarse el contrato sería no cumplir los requisitos técnicos o económicos que exigía la licitación, que en este caso eran haber tenido un volumen de negocio en alguno de los últimos tres años de más 57.581,24 euros y haber facturado en alguno de los últimos cinco años al menos 69.773,38 euros en actividades «similares», entrecomillando los de similares pues son válidas actividades tan peregrinas como servicios de disc jockey, cibercafé o incluso destrucción de archivos, por poner algunos ejemplos de un listado de más de un centenar. En todo caso es en los acusadores los que recae la carga de la prueba.
Hasta la fecha la única falta que parece haber cometido el adjudicatario es no haber comunicado al Ayuntamiento la subcontratación de parte del servicio tal y como indica la ley, pero eso no es prueba de trato de favor de ninguna clase y lo único que podría conllevar es algún tipo de penalización administrativa.
Por tanto, ha llegado el momento de que los acusadores dejen de especular y enseñen sus cartas, sean las que sean, para que todos podamos continuar con nuestras vidas ya sea en la pista de hielo, en el tobogán, de compras o ensayando con la comparsa.