Desarticulada en Algeciras una red criminal dedicada a estafas internacionales por phishing con más de 30 detenidos
La Policía Nacional y autoridades finlandesas desmantelan un grupo que suplantaba bancos nórdicos y causó pérdidas superiores a 290.000 euros

La Policía Nacional, en colaboración con la Brigada Central de Fraude Informático, la Unidad Central de Ciberdelincuencia de Madrid y la Policía de Finlandia, ha desarticulado un grupo criminal asentado en Algeciras dedicado a cometer estafas internacionales mediante técnicas de SEO Phishing y Email Phishing. Más de 30 personas han sido detenidas en esta operación que destapó un fraude que afectó a usuarios residentes en Finlandia, con pérdidas económicas superiores a los 290.000 euros.
El entramado delictivo operaba desde Algeciras y sus alrededores, donde su modus operandi consistía en suplantar la identidad corporativa de diversas entidades bancarias nórdicas. De esta forma, engañaban a las víctimas para obtener sus credenciales bancarias. Con estos datos, realizaban transferencias fraudulentas a cuentas bancarias españolas, cuyos titulares residían en Algeciras y otras provincias andaluzas.
Posteriormente, el dinero transferido se retiraba en efectivo de cajeros automáticos por miembros de rango inferior dentro de la organización, quienes entregaban el capital a los responsables principales. Esta estructura buscaba dificultar el seguimiento del dinero y blanquear el capital ilícito.
Durante el operativo policial, se detuvieron a los dos principales cabecillas de la red y se registró un domicilio donde se incautaron cinco teléfonos móviles, documentación variada y otros efectos relacionados con la investigación. Además, se identificó y arrestó a cerca de treinta personas que actuaban como “mulas bancarias”, distribuidas entre Algeciras y otras localidades andaluzas. La operación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.
La colaboración internacional entre la Policía Nacional española y la Policía Finlandesa ha sido clave para desmantelar esta red que causaba un daño económico considerable a los afectados y que utilizaba métodos sofisticados de ciberdelincuencia para su beneficio.
Este caso pone de manifiesto la importancia de la cooperación policial transnacional para combatir el fraude y proteger a los usuarios frente a delitos digitales cada vez más complejos.