Agentes de la Policía Nacional y de miembros de la Agencia Tributaria han desarticulado una organización criminal presuntamente implicada en la ejecución de un delito continuado de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, que podría haber llevado a cabo una estafa masiva en el contexto de estructura piramidal, con epicentro en la localidad de Chiclana de la Frontera (Cádiz), mediante la presunta compra-venta de acciones, criptomonedas y futuros y afectando a personas tanto en la propia Chiclana como en Cantabria y Valencia.
Según ha explicado la Policía Nacional en una nota, tras las actuaciones realizadas han sido investigadas y detenidas once personas, realizando además cuatro diligencias de entrada y registro en domicilios ubicados en Chiclana, Villafufre (Cantabria) y en Elche (Alicante) relacionadas con los máximos responsables de esta organización.
Según ha explicado la Policía, en la primera fase de la investigación se solicitó por medio a la autoridad judicial el acceso a los movimientos bancarios de 44 cuentas bancarias de un total 16 entidades bancarias, relacionados con las personas físicas y jurídicas implicadas.
En este sentido, ha destacado que los investigados, a pesar de carecer de conocimientos en el contexto del mercado de inversiones y de no estar habilitadas sus sociedades por la Comisión Nacional de Valores como entidades autorizadas para operar en el mercado de valores, aprovecharon la estructura comercial que tenían a su disposición en las oficinas de Chiclana y Elche y pusieron en marcha un plan que tenía como único objetivo obtener un beneficio ilícito a partir de una estafa masiva, convirtiendo algunos de ellos la estafa continuada en su modus vivendi, incluso con el abandono del ejercicio de sus profesiones de origen.
En el funcionamientos de las empresas creadas para desarrollar la estafa, se encuentran los líderes encargados de llevar a cabo la administración de las sociedades, elaboración de contratos, recogida y entrega de capital y en un nivel inferior, realizando labores de auxilio a los primeros, los conseguidores, quienes actuando como intermediarios se beneficiaban por medio de la obtención de réditos en relación a los nuevos clientes que aportaban a la estructura delictiva.
Como resultado de la investigación, la cual no se ha dado por finalizada ante la búsqueda de nuevos implicados, se ha podido descubrir que la organización criminal llevaba operando desde el año 2018.