Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína y a su distribución en distintas localidades de las provincias de Cádiz y Sevilla, deteniendo en la intervención a diez personas como presuntas responsables de la comisión de un delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas.
Los detenidos fueron puestos a disposición judicial, que decretó el ingreso en prisión provisional para tres integrantes de esta organización y dejando al resto de detenidos en libertad con cargos a la espera de la instrucción de la causa y de la fijación de fecha para celebración del juicio correspondiente, según ha indicado la Policía Nacional en una nota.
Esta red disponía de varios grupos criminales independientes dedicados a la introducción, distribución y venta de cocaína, dirigiendo su cabecilla las actividades delictivas desde la localidad de San Juan de Aznalfarache en Sevilla.
Tras las pesquisas realizadas, los agentes policiales pudieron comprobar cómo uno de esos grupos criminales operaba en Rota y estaba integrado por miembros de un conocido clan familiar apodados ‘Los Camachitos’, sobre quienes en principio se centraron todas las investigaciones.
Dichas gestiones dieron lugar a la identificación plena de todos los miembros, así como la detención y la desarticulación de la organización, la cual tenía conexiones y lugartenientes en Rota, Lebrija y El Cuervo (Sevilla), así como en otras localidades de la sierra de Cádiz.
Tras la planificación del operativo, el pasado domingo 27 de enero de 2024 se logró la interceptación de un envío de cocaína destinado al clan de Rota, procediéndose a la solicitud inmediata de los correspondientes mandamientos de entrada y registro al titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de la localidad roteña.
Una vez concedidos, los agentes procedieron a realizar las diligencias de entrada y registro, siendo practicas un total ocho registros domiciliarios y logrando finalmente la detención de diez personas y la incautación además de la cocaína, de ocho vehículos de lujo, dinero, joyas, ordenadores y diversa documentación relacionada con las actividades ilícitas desarrolladas.
La Policía ha destacado la gran peligrosidad de los miembros de esta organización, quienes adoptaban fuertes medidas personales y electrónicas de seguridad. Eso dificultó mucho las labores de investigación.