Dos investigados por cazar ilegalmente un corzo de alto valor medioambiental en un coto de Jerez
La Guardia Civil, en colaboración con la Unidad Central de Medio Ambiente, atribuye a los sospechosos la muerte ilícita de un ejemplar especialmente protegido, causando un daño ecológico valorado en casi 70.000 euros.

La Guardia Civil ha investigado a dos personas por la caza ilegal de un corzo de alto valor ecológico en un coto de caza de Jerez de la Frontera, en el marco de la operación ‘Lodacan’. El animal, un ejemplar de Capreolus capreolus con características morfológicas excepcionales, estaba siendo cuidadosamente protegido en la finca con fines de mejora genética de la especie.
Los hechos se descubrieron tras la denuncia del guarda del coto, quien alertó de la desaparición del animal, del que se tenían registros fotográficos vivos dentro del recinto. Los agentes del SEPRONA iniciaron entonces una investigación para identificar al presunto cazador furtivo. Gracias a la colaboración de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma), se logró comparar las imágenes del corzo desaparecido con otras en las que aparecía un cazador posando junto al trofeo, lo que permitió confirmar que se trataba del mismo ejemplar.
El trofeo del corzo, valorado en 6.403 euros, ha sido recuperado y puesto a disposición judicial, mientras que el daño medioambiental total causado a la explotación cinegética se estima en 69.701 euros. La caza del animal, que era objeto de conservación y mejora dentro del coto, supone una pérdida notable tanto ecológica como económica para los responsables del espacio.
El presunto autor del disparo ha sido investigado como presunto autor de un delito contra la flora y la fauna, al intentar justificar la legalidad del abatimiento con un precinto de caza mayor supuestamente válido, emitido por la Delegación Territorial de Medio Ambiente en Cádiz. Sin embargo, los investigadores determinaron que ni el precinto era aplicable al coto en cuestión ni las personas implicadas estaban autorizadas para cazar en dicho lugar.
Además, se ha procedido a la investigación de una segunda persona como encubridora, tras comprobar que había testificado falsamente afirmando haber invitado al autor a cazar en un coto distinto. Las pesquisas demostraron que tanto esta declaración como la documentación presentada eran falsas, por lo que también se le imputa un delito de encubrimiento.
La autoridad judicial será la encargada de decidir el destino del trofeo recuperado, que podría ser devuelto a sus legítimos propietarios, quienes se prevé que se personen como parte perjudicada en el procedimiento penal. Desde la Guardia Civil subrayan que este tipo de delitos atentan contra la biodiversidad y el equilibrio de los ecosistemas, y reiteran su compromiso con la protección de la fauna silvestre en colaboración con la administración medioambiental.