A dos días de que la vanguardia facciosa anunciara la necesidad de un nuevo régimen interno, de que las primeras avanzadillas golpearan al enemigo con diecisiete puñaladas y de que las divisiones mediáticas se ensañaran con ese mismo enemigo, pues a dos días de esos primeros combates abiertos de una guerra civil entre hermanos la persona muñidora del golpe ha hablado. No imaginen que fue en Burgos en 1936, hemos avanzado algo como sociedad democrática y plural, ni que hubo sangre derramada como la César bajo la estatua de Pompeyo. No en eso no hay coincidencias, pero en otras cosas si y muy mezquinas.
Primero la apelación a la patria como excusa, “yo amaba a César pero amaba más a Roma” que más o menos dijo Bruto o “primero el interés de España” que dijo ayer Susana Díaz ante su camada de asalariados. Como ven se trata de un clásico, hay que justificar el crimen ante el pueblo, la militancia, porque son tan burdas las intenciones, son tan evidentes los intereses para los que se trabaja, son tan toscos los argumentos, son tan groseros los gestos que hay que buscar un discurso que sostenga el crimen. Y la patria, llámese como se llame, responsabilidad de estado, España, Andalucía, los votantes, constituye un buen punto de apoyo para ese discurso justificativo. Lo que no explican es por qué su amor a la patria y su interpretación de sus intereses son mejores que la del político socialista apuñalado. Nos lo tenemos que creer, se supone.
El sin fin de palabras huecas y frases tópicas que se lanzan a modo consigna. “No hay bandos ni bandas” ¿Y lo suyo que es? ¿Una cuadrilla, un comando, una facción, un pelotón? Palabras que suenan falsas en la boca de quien ordenó, nadie lo duda a estas alturas, el asalto del poder federal en Ferraz. “El PSOE no solo es patrimonio de sus militantes, sino también de los ciudadanos que le han votado”. Y claro ella tiene línea directa con los votantes y les llama cada noche para saber cómo han pasado el día y si les gusta cómo está manejando los destinos de Andalucía. Los militantes, sobre todo los que no aparecen en el BOJA, son criaturas incómodas y como se puede comprobar, equivocadas. “La gente, si no te vota, es porque no confía en ti”, otra frase de gran altura conceptual, años de experiencia política para llegar a tamaña conclusión. Del por qué de la desafección ni un ápice de reflexión, aparte de machacar al Secretario General claro está. Cinco años en caída libre, cinco años en los que ella y otros conspiradores tuvieron y tienen grandes responsabilidades, y hasta ayer no se le cruzó semejante idea por la frente.
Al final, nada nuevo bajo el sol. Como tantos y tantos conjurados a lo largo de la historia, se pasa con absoluto desparpajo, de las manos manchadas con los despojos del adversario al discurso hueco, tópico y simplista. ¿Quién decía que no era una profesional de nada?