La elección del Secretario General de los socialistas gaditanos se ha convertido en el debate sobre el debate. Y no por casualidad. Al actual líder del partido, Fran González, no le gusta asumir riesgos, por lo que era obvio que no iba a aceptar un debate con Blanca Flores en un formato que estuviera abierto a la participación de los militantes de su partido, que pueden interesarse por algún tema del que no conviene hablar. Y teniendo en cuenta el bagaje que presenta González tras cinco años al frente del PSOE Cádiz un tema espinoso puede ser calquiera. Desde la pérdida de peso en el PSOE provincial hasta el resultado electoral de los últimos comicios municipales González no puede presumir de nada de lo que ha hecho.
Mientras, el líder de los socialistas cruza los dedos para que se siga hablando sobre el formato del debate y no sobre todo lo demás. Cuando el sabio señala la luna, el necio mira el dedo dijo Confucio así que si los socialistas continúan mirando el dedo al final González evitará entrar en el fondo de las cuestiones que interesan a los que tienen que decidir quien dirigirá los pasos de una organización que lleva mucho tiempo al borde del precipicio. No sería la primera vez que el deja una silla vacía. Ya lo hizo hace cinco años cuando el Foro Luis Gómez Llorente organizó en la sede socialista un debate entre los cuatro candidatos que aspiraban a suceder a Federico Pérez Peralta y en el que solo faltó el actual Secretario General. En aquella ocasión González no asistió y su asiento vacante a la derecha de Francisco Piniella tuvo más repercusión que lo que allí se dijo.
Quedan cuatro días para que los socialistas elijan a su líder y la estrategia del equipo de González parece centrarse en mantener viva la negociación sobre un debate que es posible que no se produzca para finalmente cargar la culpa sobre Blanca Flores, el tiempo, los astros o el empedrado.