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Jue. Nov 21st, 2024

El Ayuntamiento actúa en 18 bustos en el marco de la campaña de conservación y protección de estas piezas

En esta primera fase se ha actuado en las esculturas de bronce, que son las más numerosas, y se ha realizado una limpieza detallada, un remozado intenso y el repatinado de las mismas 

El Ayuntamiento de Cádiz, a través de la  Delegación Municipal de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Cádiz, ha actuado ya en 18 bustos de la ciudad, en el marco de la primera fase de la campaña de conservación y protección de los numerosos bustos que se reparten por la capital gaditana que se inició hace un par de semanas.

Los bustos que ya han sido objeto de una limpieza detallada son los siguientes: José Miguel Ramos Arizpe, Francisco Prieto, César Vallejo, José Rizal, Rubén Darío, Juan Pablo Duarte, Ramón Power y Giralt, José Miguel Carrera, José Martí y Carlos III. Todos estos se ubican en la Alameda Apodaca. Y a ellos hay que sumar las esculturas de Manuel de Falla (Parque Genovés), José Moreno de Mora (Hospital Mora), Aurelio Sellé (Calle Santa María), Manuel Rodríguez Morales ( Plaza Mentidero), José Mexia Lequerica (Plaza de España), Rey Juan Carlos I (Rotonda San Severiano), Tío de la Tiza (Paseo Marítimo) y Diego Fernández Montañés (Avenida 4 de Diciembre de 1978). 

La campaña se divide en dos fases y todos estos bustos se encuadran en la primera, que se ha centrado en las piezas realizadas en bronce, dado que son los elementos más numerosos ubicados en distintos puntos de la vía pública. La segunda fase se realizará en el próximo ejercicio presupuestario e incluirá otras piezas que también necesitan una intervención de conservación.

La intervención sobre este patrimonio municipal consiste en una actuación inicial de limpieza y remozado intenso y minucioso, dado el grado de deterioro al que están sometidas muchas piezas. Además, los trabajos incluyen el repatinado de las mismas, lo que permitirá que los bustos se conserven mejor y adquieran un buen aspecto.

La limpieza detallada de los mismos y de sus placas se realiza con un cepillo duro no metálico para no rayar la patina ni el bronce. Esto permite retirar las impurezas adheridas en las diversas piezas, tales como: salinidad, contaminación o agentes químicos de la atmósfera que reaccionan con la composición del material de bronce. Tras estos primeros trabajos se procede a aplicar un tratamiento protector y nutriente en cada pieza que se prolonga durante dos o tres días.

En lo que respecta a las placas que acompañan a los bustos, se procede a la limpieza de la patina a objeto de dejar el bronce crudo dorado y lo que permite una mayor legibilidad de los textos, tanto los textos planos como aquellos grabados hacia el interior en la placa. Éstos últimos se limpian y rescriben con esmalte a pincel y se les aplica un tratamiento de protección.

La actuación en todos los bustos y placas incluye un tratamiento antigraffitis, para proteger el bronce de futuras pintadas y pudiéndose limpiar con más facilidad.

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