El Ayuntamiento de Barbate (Cádiz) ha procedido a dar respuesta a la consulta realizada por la Subdirección General de Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para el procedimiento de evaluación del impacto ambiental del proyecto ‘Parque Eólico Marino Almadraba’, proyectado en los términos municipales de Barbate, Vejer y Conil.
Según ha indicado en una nota, una vez examinado el proyecto, que contempla la instalación de 33 aerogeneradores sobre plataformas fijas sobre el fondo marino, conectados entre sí para dar lugar a un tendido de evacuación eléctrica y justificado para aprovechar el recurso eólico de gran calidad presente en la costa oeste gaditana, el Ayuntamiento de Barbate ha presentado sus motivos para posicionarse en contra del proyecto.
«Nos encontramos que, según el plano Nº5 Red Natura 2000, la instalación de los aerogeneradores y cables submarinos se contemplan en las zonas de Cabo Trafalgar (Tómbolo de Trafalgar, declarado Monumento Natural) y en el Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate», explica el Ayuntamiento, que añade que además, «según el plano Nº8 de Recursos Pesqueros, entendemos que las instalaciones de las Almadrabas de Conil, Barbate y Zahara y zonas de caladeros y de acuicultura, se verían afectadas». Además, continúa el Consistorio, «todas las playas desde Zahara a Conil tendrían en su paisaje el impacto visual del Parque Eólico».
Igualmente, señala que se valora también «el notable perjuicio a la flota pesquera de Barbate y que en nuestras costas también se realizan, durante todo el año pesca y otras actividades deportivas que son un reclamo importante para el turismo local».
El Ayuntamiento justifica su «rotunda negativa» a este proyecto centrándose en los efectos de la instalación del parque eólico marino por «su afección al paisaje, la generación de ruidos y vibraciones, la creación de campos magnéticos, el aumento de la turbidez local, la modificación de la dinámica litoral, la alteración de fondos marinos y hábitats o la afección a especies migratorias como túnidos, cetáceos, avifauna, especies protegidas y en peligro de extinción».
Además, en el informe presentado al Ministerio, el Ayuntamiento señala las «negativas consecuencias socioeconómicas» que derivarían de las instalaciones de las eólicas marinas «por su afección a la pesca y a las almadrabas, por la variación en el volumen de capturas, por el peligro y obstáculo para la navegación marítima, por la incidencia en el patrimonio arqueológico subacuático y por los efectos sobre el turismo y el empleo».
Por otro lado, el Ayuntamiento ha valorado que «la estabilidad y seguridad de las torres, con sus conducciones de evacuación de energía eléctrica, podrían verse mermadas por la proximidad a la zona donde confluyen las placas continentales con los posibles efectos geológicos tectónicos que podrían acontecer, suponiendo un peligro para la zona».
El alcalde de Barbate, Miguel Molina, ha explicado que «como se puede observar, son muchos los motivos y razonamientos lógicos por los que nos oponemos a este proyecto». Así, ha recordado que «en los años 2007 y 2008 ya nos opusimos de forma rotunda a la instalación de parques eólicos marinos en nuestras costas y solicitamos la exclusión de esta zona para la instalación de éstos».
En relación al interés general que pudiera tener este proyecto, Miguel Molina ha recordado que «Barbate, como municipio, ya contribuye de una forma importante a los intereses generales de este país y sufrimos en los años 80 la expropiación forzosa de parte de nuestras tierras para la implantación del Polígono de Tiro del Retín, por el que no hemos recibido ningún beneficio ni contraprestación económica ni de otra índole».