Con la colaboración del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, del Ayuntamiento y con la cesión por Almas Industries de cinco desfibriladores, el recorrido procesional estará preparado para una intervención inicial ante una parada cardiaca

El Centro de Emergencias Sanitarias 061, perteneciente al Servicio Andaluz de Salud de la Consejería de Salud y Consumo, ha formado en técnicas de reanimación cardiopulmonar y uso de desfibrilador automático (DEA) a miembros de las hermandades y cofradías que procesionarán por las calles de la capital gaditana. Con esta formación impartida a una treintena de cofrades el pasado miércoles por profesionales voluntarios del 061 y la colaboración de la asociación Trébol de Corazones y del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, las hermandades de Cádiz llevarán durante el recorrido procesional desfibriladores cedidos por la empresa Almas Industries.
Gracias a la colaboración de estas instituciones, Cádiz disfrutará de una Semana Santa ‘cardioasegurada’, donde las hermandades que procesionan por la ciudad desde el viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección estarán dotadas de desfibriladores semiautomáticos, ubicados en el interior de los pasos, con la finalidad de que estén a disposición de éstas y de los miles de personas que se concentran en torno a ellas durante su recorrido. Esto va asociado a la puesta en marcha de servicios sanitarios propios en las diferentes hermandades, para que actúen como primeros intervinientes en situaciones de emergencias hasta la llegada de los recursos del sistema publico de salud.
Actuación en caso de parada cardiaca
Cada una de las hermandades cuenta con personal sanitario y miembros entrenados por el 061 para actuar de forma inmediata en caso de presenciar una parada cardiorrespiratoria en su cortejo procesional, sumando así sinergias a la posterior asistencia por parte de los equipos de emergencias sanitarias, con la finalidad de disminuir la mortalidad y secuelas a través de una excelente actuación inicial. Estos equipos sanitarios serán los primeros intervinientes, identificando las situaciones de riesgo vital frente a las urgencias más leves que en su gran mayoría serán resueltas por ellos mismos y se suman al dispositivo sanitario del Ayuntamiento de Cádiz.
La correcta atención a la parada cardiorrespiratoria consiste en la aplicación precoz de una serie de acciones conocidas como cadena de supervivencia que incluyen, por este orden, el reconocimiento de la situación y activación del sistema de emergencias sanitarias, el inicio inmediato de las maniobras de soporte vital básico, la desfibrilación eléctrica precoz y la rápida instauración de las técnicas de soporte vital avanzado.
Ante una parada cardiorrespiratoria, es fundamental la rapidez con que se inicie la maniobra de reanimación cardiopulmonar básica, por parte de las personas presentes, mientras llegan los servicios de emergencia. Las recomendaciones internacionales indican que, una de las estrategias dirigidas a disminuir la mortalidad de los pacientes que han sufrido una parada cardiorrespiratoria, es enseñar a la población en general las medidas básicas que deben aplicar a estos pacientes mientras llegan los equipos sanitarios, y que han demostrado que aumentan la supervivencia en estos casos.
‘Zonas Cardioaseguradas’
El Centro de Emergencias Sanitarias 061 es el encargado de la gestión y registro de las organizaciones que disponen del certificado de ‘Zona Cardioasegurada’, que constata que dichas instituciones han formado a sus profesionales y han ubicado desfibriladores en sus instalaciones, en el número y los lugares adecuados, según lo establecido en la normativa promovida por la Junta, para dar cumplimiento al decreto 22/2012 de 14 de febrero por el que se regula la utilización de desfibriladores semiautomáticos en lugares públicos fuera del ámbito sanitario y el manejo de los equipos por parte del personal no facultativo.
La certificación de ‘Zona Cardioasegurada’ se concede a aquellas instituciones que lo solicitan y que cumplen con una serie de requisitos. Entre ellos destaca, que las instituciones solicitantes deberán disponer de un número determinado de desfibriladores externos semiautomatizados en las instalaciones, que deben estar operativos y en una ubicación adecuada, de forma que se posibilite que al menos el 75% de los usuarios de las instalaciones pueda aplicar la desfibrilación en un tiempo no superior a 3 minutos.
Asimismo, se observa que la institución solicitante tenga un plan de formación para el personal ofrecido por instituciones pertenecientes al Consejo Español de Reanimación Cardiopulmonar. Otro requisito es que la institución cuente con un adecuado plan de mantenimiento de los DEA instalados, conforme a sus especificaciones técnicas y recomendaciones de los fabricantes. Además, se considera una condición imprescindible que la empresa o institución tenga establecido un protocolo de activación interno para desplazar y utilizar el DEA mientras que se activa y llegan los servicios de emergencias sanitarias.